Incendios en Colorado dejan dos personas muertas y 360 casas destruidas

El siniestro más destructivo en la historia del estado arde por tercer día consecutivo en medio de bosques secos. El incendio está controlado sólo en un 5%.




Los cadáveres de dos personas fueron encontrados en una zona calcinada por un incendio forestal que ha destruido por lo menos 360 viviendas en el noreste de Colorado.

Terry Maketa, jefe de la Policía del Condado de El Paso, dijo que una persona a quien daban como desaparecida el miércoles fue hallada sana y salva, pero las cuadrillas encontraron el jueves los restos de otra persona que también se había informado estaba desaparecida. Aproximadamente una hora después encontraron los restos de la segunda víctima.

El número de viviendas destruidas por el voraz incendio forestal, impulsado en todas direcciones por la dirección cambiante del viento, probablemente aumente en momentos en que el incendio más destructivo en la historia del estado arde por tercer día consecutivo en medio de bosques secos. El incendio está controlado sólo en un 5%.

La destrucción ha sobrepasado la del incendio de Waldo Canyon en junio, que arrasó con 347 viviendas, dejó dos muertos y causó 353 millones de dólares en reclamaciones de seguro, sólo unos 25 kilómetros (15 millas) al suroeste. Las fuertes pérdidas se atribuyeron en parte a un fuerte aumento de la población en zonas donde históricamente ha habido un alto riesgo de incendios forestales.

"Nunca pensé tener que enfrentar una situación similar un año después", dijo Maketa, quien provocó sorpresa cuando anunció la cantidad de viviendas perdidas en el fuego de Black Forest.

Horas después, se ordenó a los vecinos abandonar un millar de viviendas en Colorado Springs. Las evacuaciones del jueves fueron las primeras dentro de los límites municipales. Unas 38.000 personas que viven en aproximadamente 181 kilómetros cuadrados (70 millas cuadradas) que ya habían recibido órdenes de salir de la zona.

La segunda ciudad de Colorado, con una población de 430.000 habitantes, también pidió a los vecinos de 2.000 viviendas adicionales que se alistaran para salir. Las calles quedaron congestionadas con cientos de carros mientras que los vehículos de emergencia se desplazaban por laterales de las vías.

Gene Schwarz, de 72 años, dijo que nunca desempacó completamente sus cosas después de los incendios del año pasado. El y sus vecinos se preguntaban si los espacios abiertos de hierba al norte pudieran ser un obstáculo a las llamas.

"No importa porque una chispa puede caer en cualquier parte", dijo Schwarz.

Los fuertes vientos alimentaban un incendio forestal de 62 kilómetros cuadrados (24 millas cuadradas), afectando nuevas zonas e incluso lugares que anteriormente se habían salvado de las llamas. Hasta los investigadores enviados a determinar la causa del incendio fueron retirados por razones de seguridad.

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