El incierto futuro del mayor gasoducto de Perú

Gasoducto del sur peruano

El gobierno peruano canceló la semana pasada el contrato para construir el Gasoducto del Sur. El proyecto era liderado por Odebrecht, que no consiguió el financiamiento necesario.




Iba a ser una de las grandes apuestas del ex presidente peruano Ollanta Humala: el Gasoducto del Sur, capaz de reforzar el sistema de transporte de gas natural y permitir la producción de energía eléctrica, beneficiando a seis regiones del país.

Pero la semana pasada el gobierno del Presidente Pedro Pablo Kuczynski decidió cancelar el contrato para construir el gasoducto e impuso una multa millonaria por incumplimiento al consorcio a cargo del proyecto, encabezado por la constructora brasileña Odebrecht, protagonista de una serie de escándalos de corrupción en distintos países de América Latina. La firma no contó con el financiamiento necesario para completar la obra.

La paralización del proyecto es un golpe duro para el gobierno peruano: su inversión valorada en US$ 7.328 millones ha sido la mayor en infraestructura en la historia del país. El proyecto iba a recorrer 1.080 kilómetros, desde el yacimiento Camisea, en los Andes del sur del país, hasta el puerto de Ilo. Según el diario español El País, su paralización, sumada a otras obras de Odebrecht en Perú, ha dejado a 15.000 personas sin trabajo.

El futuro del proyecto es incierto. Desde que la compañía brasileña admitió frente a la justicia estadounidense que pagaba sobornos para adjudicarse obras públicas, el proyecto del Gasoducto del Sur comenzó a truncarse.

Según la prensa local, Odebrecht pagó US$ 29 millones en sobornos a funcionarios peruanos entre 2005 y 2014, durante los gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).

Por lo mismo la banca internacional se negó a prestarle los US$ 4.100 millones necesarios para la obra y a Odebrecht se le acabó el tiempo: tenía hasta el 23 de enero para conseguir el financiamiento o vender su participación de 55% del proyecto, pero no lo logró a pesar de que algunas empresas extranjeras se mostraron interesadas en un momento. Odebrecht compartía el consorcio desde 2014 con la española Enagas (25%) y la peruana Graña y Montero (20%). "Tienen que irse se acabó y tendrán que llegar a un acuerdo con la Fiscalía", aseguró Kuczynski la semana pasada al anunciar que su gobierno ejecutará una multa de US$ 262 millones a la empresa por incumplir con el proyecto, del que sólo se había construido 10% del montaje de las tuberías.

Para poder costear los 34 años de concesión, el gobierno dispuso un cobro extra en las cuentas de los consumidores de todo el país. Ayer el Congreso aprobó eliminar definitivamente el pago de 2 y 3 soles que se hacía en las cuentas de luz.

El mandatario manifestó que espera realizar una nueva licitación del proyecto en nueve meses y señaló que harían algunas modificaciones para bajar el costo de la inversión.

El ministro de Energía y Minas de Perú, Gonzalo Tamayo, aseguró que el futuro del Gasoducto Sur Peruano se definirá en el primer trimestre de este año.

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