INE gasta $3.800 millones en nueva encuesta de empleo y expertos piden conocer sus resultados

Los resultados del nuevo sondeo dieran a conocer en el segundo trimestre de 2009, el INE decidió postergarlos para el próximo año.




Un total de $3.827 millones ha costado al Instituto Nacional de Estadísticas (INE) la nueva Encuesta Nacional de Empleo. Elaborada de acuerdo con las exigencias de la Ocde -organismo al que Chile aspira a incorporarse este año-, la nueva encuesta se está desarrollando desde 2005 y se espera su publicación oficial para inicios del próximo año.

Entre los principales cambios previstos por la nueva medición está el énfasis respecto de la disponibilidad de trabajar de los consultados. Así, quienes no busquen un empleo, pero sí estén disponibles, se considerarán como desempleados. Según economistas, ello hace prever un alza mayor en la tasa de desempleo.

Si bien inicialmente estaba previsto que los resultados de la nueva encuesta se dieran a conocer en el segundo trimestre de 2009, el INE decidió postergarlos para el próximo año, aduciendo inconvenientes metodológicos. La entidad señaló que sólo se podrían empalmar cifras agregadas, sin detalle por tipo de ocupación o edad, lo que en un contexto de crisis habría generado "ruido" y "mucha polémica".

Según los expertos, la decisión del INE no fue acertada. Destacan que en un contexto de sostenido incremento de la desocupación -que podría superar el 12% en los meses de invierno-, sería útil contar con la información de la nueva encuesta, porque ayudaría a optimizar el diseño de políticas para amortiguar el deterioro del mercado laboral.

"Sería muy importante, ya que son muchos los recursos que están involucrados, que el INE reportara los resultados parciales que tiene de la aplicación de la encuesta para tener una idea de lo que muestra, sobre todo en un período en el cual todos estamos interesados. Ellos han dicho que no han informado los datos porque pueden ser mal interpretados, pero precisamente esa es una excelente razón para dar a conocer las cifras, no para guardárselas, ya que permitiría saber con mayor agudeza la evolución del ciclo de desempleo", apunta David Bravo, de la Universidad de Chile.

Coincide Rosanna Costa, de Libertad y Desarrollo. "No es razonable que una encuesta de esta naturaleza aún no se entregue. Es de mínima transparencia que se conozca todo el período de traslape. Salvo que hubiese una explicación en términos de que han encontrado errores fundamentales en la muestra, que ameritan reestructurarla, no se entiende que no se entregue en paralelo con la encuesta tradicional", señaló.

Rafael Garay, de la Universidad Central, asegura que "hay una falta de transparencia por un criterio político. El gobierno no tendría los niveles de apoyo si se publica una encuesta que muestre que el 17% de la población está desempleada".

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