Inédito paro de rugbistas en Stade Français

Han pasado casi dos meses desde que la actual directiva de la rama de rugby de Stade Français fue reelegida. No fue lo que esperaba la mayoría de los jugadores de la institución, campeones nacionales en 2010 y 2011, quienes venían arrastrando una relación tensa con sus dirigentes desde que estos asumieron. ¿Los motivos? Errores de gestión económica que tuvieron al plantel sin camisetas nuevas, sin balones para entrenar y una cancha en mal estado.

Inmediatamente, del plantel surgieron suspicacias respecto a cómo habían ganado el plebiscito. "Antes de la elección nos dijeron que estaban dispuestos a hacer de todo para quedarse y se inscribieron muchos socios nuevos del tenis que tenían al rugby como segundo deporte. Nos parece un recurso moralmente reprochable", acusa el medio scrum Matthieu Manas. Según cuentan varios jugadores, el universo de votantes casi se dobló, llegando hasta 80.

A partir de entonces, se desató la guerra en el club del "gallito". Siete jugadores fueron suspendidos por su inasistencia a entrenamientos, lo que generó molestia entre sus compañeros. Curiosamente, el seleccionado nacional Benjamín Soto no recibió sanción. "Hicieron una distinción conmigo. Me dijeron que quedaba absuelto y que debía hacer trabajo voluntario, pero sin especificar nada", dice Soto.

Después de intentar infructuosamente de reunirse con la cúpula del club, que habría suspendido varias citas a última hora, 32 de los 37 jugadores del equipo adulto decidieron irse a un insólito paro. Para no perder la forma física, hicieron un convenio con un gimnasio y fijaron improvisadas sesiones de entrenamiento en el Parque Bicentenario de Vitacura. "El grueso de los jugadores nos juntamos acá en la plaza. En Stade quedan apenas cinco jugadores adultos", advierte Manas.

El head coach de Stade Français, Elías Santillán, corrobora lo anterior y explica que han tenido que jugar la temporada de Seven con muchos juveniles. "Ha sido tremendamente difícil, porque el juego se ha visto afectado por problemas con la dirigencia, que no me atañen. Se han lastimado varios de los más jóvenes", indica.

La resolución al conflicto se ha dilatado más de lo esperado. Ambas partes se reunieron con la directiva central del club, que se comprometió a investigar lo ocurrido en las elecciones y a revisar las finanzas de la rama de rugby. En un principio, la determinación sería comunicada el 15 de diciembre, luego el 20, y hace algunos días se aplazó otra vez hasta después de Navidad.

De cualquier manera, el objetivo del movimiento es que al menos dos dirigentes dejen su cargo: el presidente electo Jaime Ianiszewski y el secretario Carlos Acharán (presidente entre 2010 y 2012). Ninguno de los dos contestó al llamado de La Tercera. "Nosotros queremos volver al club, pero con estas personas no se puede llegar a consenso, así que exigimos que den un paso al costado", remata Manas.