Ingreso de AFP al mercado de facturas triplicaría transacciones
Cambio legal en trámite en el Congreso permite que facturas sean "bolseables".
Actualmente, la Bolsa de Productos (BP) mueve cerca de US$ 1.000 millones al año en diversos instrumentos. Sin embargo, si las AFP pudieran comprar directamente facturas, tal como lo quiere el Ejecutivo a través del paquete de medidas pro productividad, el monto podría llegar a los US$ 3.000 millones anuales, en un plazo de cinco años.
"Al aumentar el volumen de facturas aptas para la Bolsa, las tasas de factoring debieran bajar. Y ese es el principal goodwill para las pymes. Si aumentas la demanda por el papel vas a beneficiar al que está vendiendo, y ¿quién es el que está vendiendo? Las pymes", dice Christopher Bosler, gerente general de la BP.
Pero, para producir ese "círculo virtuoso", como lo califica el ejecutivo, deben generarse algunas condiciones, las que se están tramitando en el Congreso.
Primero, menciona, hay que convertir las facturas en "bolseables" para que sean compradas por las gestoras de los fondos de pensiones. Es decir, para que los papeles puedan entrar a esta bolsa electrónica deben primero ser custodiados por el Depósito Central de Valores (DCV).
"Para entrar al mercado de las AFP, los reguladores nos solicitan que las facturas fueran custodiadas por el DCV, por el estándar técnico y las normas de seguridad, y por el hecho práctico de que las AFP ya tienen sus activos custodiados en el Depósito", comenta Bosler.
En este caso, se está tramitando que en el primer artículo de la ley del DCV se incorpore, además de la custodia de acciones de las Bolsas, la posibilidad de custiodar papeles alternativos como las facturas.
Acuse conforme
El otro punto imprescindible para que las facturas tengan carácter de ejecutivo, es decir, con bajo riesgo de no ser pagadas, es que se limiten los plazos de la emisión de la factura y del recibo conforme de parte del proveedor.
"Una cosa es que la factura esté bien emitida y lo otro es que el pagador certifique que recibió el producto o servicio. Para el primer paso hay ocho días, pero el acuse conforme no se está dando. En el proyecto de ley que se tramita se está instaurando ese plazo como máximo para ambas cosas", dice Bosler.
Con esos dos cambios concretados, las AFP estarían aptas para comprar y los volúmenes crecerían.
"El mercado del factoring hoy es del orden de los US$ 30 mil millones anuales. El 90% son bancos, cerca de un 5% de la BP, y el resto, los no bancarios", detalla el ejecutivo. Pero el 80% del total de facturas no tiene mérito ejecutivo, no son 'bolseables'. "Si la factura tiene certeza jurídica, el potencial es mayúsculo. De ahí, probablemente el 80% van a ser facturas que se puedan transar en Bolsa y que las AFP puedan comprar".
Las proyecciones son auspiciosas. "Si hoy tenemos un stock del orden de los US$ 200 millones de facturas, ese stock podría aumentar a US$ 1.000 millones y en vez de transar los US$ 1.000 millones anuales de ahora en la Bolsa, podríamos transar hasta US$ 3.000 millones a cinco años", calcula Bosler.
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