Intoxicaciones con pescados y mariscos en la RM suman 57 en lo que va del año

Hasta el Mercado Central llegó la seremi de Salud Metropolitana, Rosa Oyarce, con el propósito de fiscalizar pescados y mariscos y así prevenir intoxicaciones alimentarias, las que sólo en lo que va corrido de 2011 han producido 13 brotes con 57 enfermos en la capital. 

Por lo mismo, la autoridad sanitaria realiza inspecciones diarias de los productos del mar que se expenden en el Terminal Pesquero y en forma sistemática, en el Paso de Angostura, pescaderías, carros de ferias y restaurantes.

"En verano aumentan las personas intoxicadas por pescados y mariscos en mal estado, por lo que hemos intensificado la fiscalización de recintos expendedores de estos productos, para verificar el cumplimiento de las condiciones sanitarias en su comercialización y, con ello, prevenir enfermedades transmitidas por alimentos", dijo Oyarce.

Al mismo tiempo, explicó que "es de suma importancia el manejo de los alimentos y productos del mar en las casas, ya que la mayoría de las intoxicaciones se producen por una deficiente manipulación y conservación, es decir, el llamado es a las dueñas o dueños de casa, que se preocupen de seguir las medidas de higiene que garantizan la inocuidad de pescados y mariscos".

Según cifras de la Seremi de Salud metropolitana, el año 2009 se registraron 60 brotes con 248 enfermos por intoxicación de pescados y mariscos, mientras que en 2010, se produjeron 92 brotes con 366 enfermos.

RECOMENDACIONES 

- Hervir siempre los mariscos, al menos, 5 minutos a 100° Celsius.

- Mantener los mariscos refrigerados en todo momento, a menos 5º C hasta su cocción.

- El jugo de limón no cuece los mariscos.

- Al comprar mariscos fijarse que estén conservados en frío.

- No mezclar mariscos crudos con otros alimentos. Evitar la contaminación cruzada de alimentos en su preparación y refrigeración.

- Lavarse muy bien las manos al momento de manipular los alimentos.

- Limpiar los mesones y cubiertas en las que prepara los alimentos.

- Consumir mariscos sólo en lugares autorizados y asegurarse que estén conservados en frío.