Jaime Quintana, presidente del PPD: "Está rondando en algunos un virus anti Peñailillo"

El senador alude a dirigentes que "no dimensionan" que atacar al futuro ministro del Interior "es golpear a la presidenta electa". Dice que es innecesario establecer una vocería de verano y critica las quejas de su par socialista, Osvaldo Andrade.




Aunque regresó la semana pasada después de pasar unos días en Guaruyá, Brasil, se pasó directo a su refugio en Temuco, Región de La Araucanía. Desde su residencia, el senador y presidente del PPD, Jaime Quintana, se ha puesto al día de la crisis que afectó al gobierno entrante con los cuestionamientos que golpearon a las autoridades recientemente designadas por la Presidenta electa Michelle Bachelet. Debido a una dolencia en una rodilla, optó por mantenerse en el sur, pero además la ausencia de la mayoría de los dirigentes del partido lo obligó a postergar la reunión de la mesa directiva fijada para mañana, donde se analizaría la accidentada instalación del gobierno de la Nueva Mayoría. Entre otros factores, hay uno que le preocupa: todos los dardos han apuntado a un militante de su partido. El futuro ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo.

¿Comparte la visión de su par del PS, Osvaldo Andrade, quien acusó la ausencia de una voz del próximo gobierno en la crisis por las designaciones?

La instalación es un proceso en que ha habido anuncios, nominaciones, convocatoria a los principales colaboradores de la Mandataria electa. Puede haber cambios sin duda, va a haber complementos, pero eso es propio de un proceso de instalación que se lleva adelante, que se materializa recién el 11 de marzo. Ha habido algunas críticas que francamente no las entiendo, se pretende juzgar al equipo que va al mundial por la práctica, por la pretemporada, y no por los partidos que va a jugar.

Pero las críticas apuntan a la selección de los jugadores, y al rol de uno de los que más influyó en dichas decisiones, es decir, el próximo ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, militante de su partido...

El futuro jefe del gabinete lideró exitosamente tres campañas, una primaria, una primera vuelta, una segunda vuelta. Claro, con un tremendo liderazgo de Michelle Bachelet que favorecía cualquier proceso de campaña. Pero además ha sido un articulador fundamental para la construcción de esta Nueva Mayoría que le dará sustento al próximo gobierno. El diseño es el que está y definió la presidenta electa. Cuestionarlo en febrero no ha sido acertado.

Una de las principales críticas apunta a la decisión de la presidenta electa de institucionalizar a su círculo íntimo, es decir, trasladándolo a la primera línea...

No comparto esa mirada. Aquí hay un liderazgo que está plenamente desplegado y que va a ejercer el mando y la autoridad con figuras de su exclusiva confianza. Pero también con figuras que han sido propuestas por los partidos. La coordinación con el nuevo gobierno ya existe. Pensar lo contrario es no conocer a la presidenta electa. Ella valora mucho el diálogo con los partidos y es algo que se ha mantenido desde su regreso a Chile.  Ha faltado una autocrítica de los partidos, no hemos estado a la altura de esa mayor disposición que mostró la presidenta a escuchar. Yo no responsabilizaría al gobierno de los nombramientos, que además son pocos, tres o cuatro cuestionados. Pero tienen algo en común, ninguno de ellos es independiente.

Si el futuro titular de Interior es el articulador de la Nueva Mayoría... ¿No cree que tiene alguna responsabilidad también en los nombramientos?

Seguramente el ministro del Interior y la presidenta y sus equipos más cercanos, tienen un rol al designar a esas personas, pero hay una responsabilidad mayor de los partidos. Está rondando un virus anti Peñailillo. Quienes lo andan propagando no logran dimensionar que atacar al ministro del Interior es también golpear a la presidenta electa.

¿No le parece que hay un déficit en la coordinación del próximo gobierno con los partidos?

El gobierno de la presidenta electa comienza el 11 de marzo, por lo tanto, criticar el proceso que aún no concluye no ayuda al objetivo principal. Nos ha costado demasiado regresar a La Moneda, como para hacer nuestros los argumentos que va a ocupar la derecha. La oposición va a ser suficientemente dura. El gobierno de la presidenta Bachelet se instala el 11 de marzo con un sentido de urgencia, con tareas precisas, con un programa ambicioso, con 50 medidas para los cien primeros días. La presidenta ya nominó a su equipo para el mundial y nosotros tenemos que respaldarla. No salirnos de este rumbo para aparecer más o menos en los medios de comunicación.

¿Es un mensaje para el presidente del PS?

Me parece que es un error hablar de instalar un turno, es una idea escolar, desafortunada. El gobierno actual es Sebastián Piñera, su vocera es Cecilia Pérez, y esto comienza el 11 de marzo. Jugar al díscolo de verano, no me parece.

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