José Angel Di Mauro, director de la revista argentina Semanario Parlamentario: "A Cristina le seduce la idea de volver en 2019"

¿Cómo cree que inciden estos hechos en el escenario electoral para el oficialismo y la oposición? ¿Qué opción real tiene el kirchnerismo de seguir en el poder tras las elecciones de 2015?

El tema "corrupción" no parece ser un tema que de momento tenga gran incidencia electoral, pero si se lo suma a la cuestión económica, sí que perjudica mucho. Encuestas recientes indican que en las capas medias el tema ahora sí está influyendo y eso preocupa sobre todo al candidato mejor calificado del oficialismo, Daniel Scioli, cuyas posibilidades están estrictamente unidas a una recuperación económica. Si eso no sucede, las posibilidades decaen mucho. Personalmente creo que no hay posibilidades de que el kirchnerismo siga en el poder, porque la única opción que tendría sería ganar en primera vuelta, y eso es muy difícil; en una segunda vuelta el "no kirchnerismo" superaría claramente al oficialismo, que en primera vuelta encontraría su techo. La apuesta kirchnerista está en ganar en primera vuelta, y para eso necesitaría una oposición fragmentada. Pero el problema, para el oficialismo, está en su propia creación: las elecciones primarias de agosto. Si ahí la gente percibe que hay alguna posibilidad de que vuelva a ganar el Frente para la Victoria, se aglutinará detrás del que tenga más posibilidades para vencerlo, y como diría Máximo Kirchner: sanseacabó.

¿Cómo va el proceso dentro del kirchnerismo para elegir su candidato? ¿Daniel Scioli se vislumbra como el más seguro? 

Scioli aparece como el candidato más firme, mal que le pese al cristinismo. A principios de año, el ministro del Interior Florencio Randazzo aparecía con mejores posibilidades de darle pelea, pero su crecimiento no tuvo la celeridad esperada, y sus posibilidades han menguado. Sus expectativas estaban puestas en llegar a las primarias debajo, pero a una distancia no menor a cinco puntos: ahí sí tenía grandes posibilidades de vencer al gobernador bonaerense, y luego sí podría albergar expectativas para repetir en octubre. Pero no crece lo suficiente y los gobernadores oficialistas se pondrán detrás de su par bonaerense, lo cual tiene su peso.

Sergio Massa aparece como el candidato peronista no kirchnerista más fuerte ¿Será finalmente el rival a vencer por el abanderado de la Casa Rosada?

Hoy por hoy es el que figura primero en la mayoría de las encuestas. Ya rindió bien la primera materia: al cabo de un año no se cayó, después de la espuma que significó su triunfo en las legislativas. Pero está recolectando muchos egresados del kirchnerismo, y si llegado al momento el rechazo al kirchnerismo es demasiado elevado, terminarán vinculándolo demasiado a una continuidad del cristinismo y eso lo perjudicará.

¿Los opositores Pro, de Mauricio Macri, y FA-Unen se unirán para desafiar al peronismo?

Eso se verá a partir de marzo. Es muy probable que suceda un acuerdo al menos con parte del radicalismo y la gente de Elisa Carrió. Eso es clave para el macrismo, que necesita absorber los votos que le resta Unen. Y acá volvemos a la pregunta anterior: en la medida que la situación empeore y el electorado se radicalice, crecen las posibilidades del opositor más opositor, y ese es el jefe de gobierno porteño.

¿Cree que Cristina Fernández quiere que gane Macri en 2015 para poder volver en 2019?

Es muy probable, se habla hace mucho tiempo de lo mucho que le seduce a Cristina esa posibilidad. En ese caso, desearía que su heredero no fuera peronista, porque se sabe que si lo es, hacia él acudirán los que abandonen el oficialismo. Cristina tiene con qué contar, con una gran oposición, porque dejará una tropa legislativa importante que va a responderle, aunque el ganador sea Massa. Pero contará con un número importante de senadores y una cantidad de diputados no menor a 40. Son muchos. Y recordemos que algo que sabe hacer muy bien, por sus primeros tiempos en la política, es ser una opositora tenaz, aún dentro del propio oficialismo. Pero respecto a eso de que el gobierno quiere que el candidato oficialista pierda, ya no es muy probable. Eso puede querer Cristina, pero los que están en el gobierno desde hace tanto tiempo... quieren seguir siendo parte del poder.