Juan Antonio Pizzi corre los límites de la Roja

El miércoles, los seleccionados dispusieron de una jornada libre en medio del inicio de la preparación de la Roja para la Copa América Centenario. Unos optaron por el descanso pleno y por compartir con sus familias. Otros, en cambio, prefirieron dedicarle tiempo a otras actividades.

Gary Medel y Nicolás Castillo prefieron la convivencia con hinchas de Universidad Católica. Estuvieron en un asado e intervinieron en un partido amistoso de futbolito con los barristas. El mediocampista de Inter de Milán incluso actuó en un puesto desconocido: jugó como arquero en parte de la pichanga. Fue cerca de las 20.30 horas, en Renca. A Medel lo acompañó su hermano, Kevin, quien militó en San Marcos de Arica. También llegaron sus padres.

El cuerpo técnico declinó analizar la presencia de ambos jugadores en un tipo de acto que acostumbra a estar prohibido en los reglamentos internos de los equipos.  Sólo se atreven a hablar en privado, restando importancia al asunto: “No tienen ni que pedir permiso para ese tipo de actividades”. En la ANFP traspasan la responsabilidad al cuerpo técnico: “Ellos deben responder”.

No es la única señal de relajo en los asuntos de concentración y disciplina. Arturo Vidal y Claudio Bravo recibieron el permiso para incorporarse directamente en Estados Unidos a la Roja. El primero termina sus compromisos con Bayern Múnich recién hoy, con la disputa de la Copa de Alemania, ante Borussia Dortmund. Al capitán de la Selección recibió el alta médica por la rotura fibrilar en el sóleo de la pierna derecha que sufrió el 30 de abril, en el duelo ante Betis, pero, por problemas personales, le dieron autorización para sumarse después. El resto del plantel tendrá fin de semana libre. Deben volver el lunes, a las 10 horas, a Juan Pinto Durán. Ese día, Marcelo Díaz viajará a España por el nacimiento de su hijo.

Los técnicos se dividen ante las libertades que ha concedido el estratega hispano-argentino. “Apoyo mucho lo que hace Pizzi, pero cuando mejor ha andado la Selección es cuando ha sido sometida a exigencia absoluta. Siempre que hubo concesiones, las cosas se pusieron mal. Ojalá que ahora no pase, pero la lógica es que sí. Cuando existe exigencia máxima, el futbolista chileno rinde mejor”, sostiene Fernando Díaz, presidente del Colegio de Entrenadores.

El ex seleccionado  y técnico de Colo Colo Fernando Astengo es categórico. “No es normal, si eres futbolista profesional, seleccionado y estás a las puertas de la Copa Centenario. Es como subirse a una moto. Si por casualidad te meten el pie, te fracturan o te cortas los ligamentos, se paga caro. Lo ideal es minimizar el riesgo. Se equivocaron”, dice el ex zaguero central.

El ex seleccionador Jorge Garcés también advierte riesgo; “A estos chicos les cuesta aprender, aunque yo no lo veo tan grave. Si Gary está de vacaciones, quizás no sea tan complejo. Además, tampoco se trata de un partido exigente. No le daría tanta importancia”. En lo que sí está de acuerdo es en brindarle posibilidades de recuperación a los futbolistas que han sufrido un mayor desgaste en la temporada. “El descanso es manejable y depende del esfuerzo que ha hecho cada jugador durante el año. Hay algunos que han jugado mucho. Me parece un acierto que el descanso se regule de forma individual”, añade.

Mario Lepe, ex volante de la UC y de la Roja, relativiza la situación: “Si un futbolista tiene una cancha de futbolito en su casa y sufre un esguince de tobillo, no debería jugar ni con su hijo. Hay cosas que no deberían hacerse, pero no les pasó nada. También he ido a jugar con barristas. Es más un acto de presencia. No se van a arriesgar. Son grandes y saben que se tienen que cuidar”.