Kiev y los separatistas empiezan a establecer zona desmilitarizada

Ucranianos y prorrusos acordaron el sábado un nuevo alto al fuego.




Las fuerzas gubernamentales y las milicias prorrusas dieron hoy los primeros pasos para crear la zona desmilitarizada acordada el sábado en Minsk, aunque las incesantes escaramuzas siguen amenazando el alto el fuego.

"Estamos en medio de los preparativos para el repliegue del armamento pesado de la zona (de seguridad) de 15 kilómetros", anunció Andréi Lisenko, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania.

Lisenko explicó que, según el Memorándum de Minsk, ambos bandos deben retirar las piezas de artillería y los tanques con cañones cuyo calibre sea mayor de 100 milímetros, además de desminar dicha zona de seguridad y suspender los vuelos de la aviación militar.

Reconoció que el enemigo también ha comenzado el repliegue, "aunque de manera no tan intensiva", y expresó su esperanza en que en pocas horas los separatistas prorrusos "sigan el ejemplo de las tropas ucranianas".

"Nuestros guardias fronterizos en las líneas de defensa no han detectado ni un sólo avión no tripulado en los últimos días. Los líderes de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk han comenzado a aplicar el plan de paz", subrayó.

Al respecto, el viceprimer ministro de la república popular de Donetsk, Andréi Purguín, aseguró que los rebeldes se disponen a retirar su armamento, aunque advirtió de que el proceso llevará unos cinco días.

"Considero que los milicianos responderán adecuadamente al repliegue de las fuerzas ucranianas. Mucho dependerá de los acuerdos entre los comandantes sobre el terreno", dijo.

Al mismo tiempo, reconoció que algunos batallones hacen caso omiso a las órdenes de Donetsk y siguen combatiendo al enemigo hasta agotar todas sus municiones, lo que amenaza la tregua declarada el 5 de septiembre y plasmada documentalmente el sábado en un memorándum.

Ambas partes están a la espera de que el garante del acuerdo, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), se persone en el terreno y comience a supervisar el repliegue en la zona desmilitarizada de 30 kilómetros que recuerda a la que separa desde 1953 al norte y el sur de Corea en torno al paralelo 38.

"A día de hoy, de la OSCE en Ucrania hay 250 personas. Pronto serán 500. Cada semana esa cifra se incrementará en otros 50. Llegarán de 40 países diferentes, incluidos EEUU y Rusia. En su mayoría hablan ucraniano o ruso", dijo un portavoz ucraniano de la OSCE.

Además, reconoció que los expertos de la OSCE aún se están familiarizando con los detalles del Memorándum de Minsk y ultimando el número de aviones no tripulados necesarios para garantizar la supervisión de la tregua en la zona desmilitarizada.

El representante ruso ante la OSCE, Andréi Kelin, reconoció que la organización ha decidido dividir en cinco sectores la citada zona de seguridad.

"En Donetsk y Lugansk habrá entre 90 y 100 observadores. En Kramatorsk, Mariupol y Antratsit, 50 en cada una", aseguró en Viena a la prensa rusa.

Mientras, ambos bandos no han dejado de denunciar violaciones del alto el fuego, especialmente en Donetsk, principal plaza fuerte rebelde, y Mariúpol, sede del Gobierno provisional leal a Kiev y principal puerto en el mar de Azov.

"Durante la noche los puestos de control ucranianos en las inmediaciones de Mariúpol fueron atacados", informó el mando militar ucraniano, que ha cifrado en más de una veintena a los soldados muertos desde que entrara en vigor el alto el fuego.

A Mariúpol viajaron hoy el presidente del Parlamento ucraniano, Alexandr Turchínov, y el ministro del Interior, Arsén Avákov, quienes arengaron a las tropas que defienden desde finales de agosto la ciudad amenazada por los milicianos prorrusos.

Por su parte, los rebeldes denunciaron que la artillería de las fuerzas gubernamentales martilleó en varias ocasiones sus posiciones en Lugansk.

No obstante, según la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti, muchos ucranianos que abandonaron la zona de conflicto en los últimos cuatro meses están regresando en masa a sus hogares con la esperanza de que la tregua sea duradera.

"En un sólo día, más de 12.000 personas regresaron a territorio de Ucrania desde la región rusa de Rostov", informó un portavoz de la guardia fronteriza local adscrita al Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB, antiguo KGB).

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