La agenda de Gómez que complica a La Moneda

Declaraciones del ministro de Justicia sobre Asamblea Constituyente y matrimonio homosexual preocuparon al gobierno.




La tarde del lunes 31 de marzo el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, convocó a su oficina al resto de sus pares del gabinete. Junto con el titular de Hacienda, Alberto Arenas, el objetivo era explicar a todos los secretarios de Estado los principales alcances y ejes de la reforma tributaria que al día siguiente el gobierno ingresaría al Congreso. Sin embargo, antes de iniciar la exposición y entregarle la palabra a Arenas, Peñailillo abrió otro tema.

Si bien reconoció que los ministros tenían la libertad de dar a conocer sus puntos de vista a través de los medios de comunicación, hizo notar que era complejo que los titulares de carteras sectoriales -de carácter más técnico- se explayaran en temáticas de índole política.

El jefe de gabinete no mencionó a nadie en particular, pero su mensaje estaba motivado por las entrevistas que el fin de semana había dado el ministro de Justicia, José Antonio Gómez, en las que, con distintos énfasis, había reflotado su inclinación por modificar la Constitución a través de una Asamblea Constituyente.

"Sigo siendo partidario de la Asamblea Constituyente", dijo el 28 de marzo a La Tercera, en referencia a la decisión de La Moneda, por instrucción de la propia Presidenta Michelle Bachelet, de aplazar para el segundo semestre esa discusión.

Pese a que el ex presidente del Partido Radical no estuvo en la reunión -en su reemplazo asistió el subsecretario de la cartera, Marcelo Albornoz-, de todos modos fue advertido de los dichos de Peñailillo por otro miembro del gabinete.

En el oficialismo hay quienes interpretan la arremetida de Gómez como parte de un prematuro reimpulso de su agenda presidencial con miras a 2017. Y recuerdan que en su primera visita al Congreso como secretario de Estado, el titular de Justicia ya había irrumpido con otro tema complejo para el sector: anunció el envió de un proyecto de ley sobre matrimonio igualitario.

Aquella vez, el gobierno tuvo que rectificar sus dichos y precisar que la prioridad para el Ejecutivo era el proyecto de Acuerdo de Vida en Pareja que se tramita en el Parlamento.

Ambas situaciones generan preocupación al interior de La Moneda, en donde resienten con fuerza que autoridades planteen posturas personales que no vayan en línea con lo dispuesto por Bachelet, así como les inquieta la instalación de temas complejos en la agenda pública.

Cercanos a Gómez dicen que el ministro resintió que la reforma a la Constitución sea liderada por la titular de la Segpres, Ximena Rincón, y no por Justicia, cartera de mayor pertinencia para una modificación de ese tipo.

En ese contexto, Gómez abordó el tema a principios de marzo con quien lo sucedió en la presidencia del Partido Radical, Ricardo Navarrete. Pese a que ambos se distanciaron hace años y se enfrentaron por varias definiciones políticas internas, en las últimas semanas han retomado la interlocución.

Según quienes supieron del contenido de la conversación -que se dio en un tono cordial-, Navarrete le manifestó su inquietud por las intervenciones que realizó sobre la Asamblea Constituyente y el matrimonio homosexual. Esto, especialmente por el momento en que las realizó, en medio del complejo proceso de instalación que tuvo el gobierno de Bachelet durante marzo.

Las mismas fuentes dicen que Gómez desdramatizó la situación y sostuvo que sus declaraciones no se alejan de lo que está planteado en el programa.

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