La aplicación chilena que lucha contra el creciente bullying en los colegios
Se trata de Brave Up, servicio que llega a más de 15 mil usuarios. Contrasta con los creciente casos de maltrato escolar, durante 2016 alcanzaron las 4.504 denuncias, la mayor cifra de los últimos tres años.
Dos años de funcionamiento tiene Brave Up, una aplicación para celulares desarrollada por ingenieros chilenos, que busca prevenir y erradicar las situaciones de bullying que se dan en los colegios del país. Para esto, el programa incluye distintas iniciativas que permiten no sólo denunciar, en forma anónima, los casos de acoso, maltrato o violencia al interior de los establecimientos, sino también unir a la comunidad escolar.
Esto se realiza a través de distintos canales de comunicación disponibles, con notificaciones y respuesta de mensajes en tiempo real, además de la posibilidad de publicar contenidos generados por los mismos integrantes de la comunidad, ya sea alumnos, docentes o directivos.
Respecto de su funcionamiento, el director de Brave Up, Alvaro Carrasco, explicó que "en un año promedio, por cada establecimiento recibimos entre 300 a 400 mensajes, se publican más de 1.500 noticias, se envían cerca de 1.000 notificaciones y se responde el 80% de los mensajes en tiempo real".
Actualmente, la aplicación es usada en 15 colegios y ocho universidades, agrupando una comunidad de más de 15 mil usuarios. Además, Brave Up comenzará a utilizarse este año en España, con cuatro pilotos en colegios.
Bullying en Chile
El bullying al interior de los establecimientos educacionales es un fenómeno cuyo registro va en alza. Según la Superintendencia de Educación, en 2016 se recibieron 4.504 denuncias por maltrato escolar, la cifra más alta de los últimos tres años, y que representa un 13,4% más que en 2015. Entre los casos que más aumentaron se encuentra el maltrato psicológico entre los alumnos, que pasó de las 771 denuncias en 2014, a 957 en 2016.
Durante el primer trimestre de este año también se registra un aumento en el número de casos de maltrato registrados y alcanzan las 415 denuncias, frente a las 402 de 2016 y las 327 de 2015.
"Es evidente que estamos funcionando como sociedad con mayores niveles de violencia, por lo que no es de extrañar que eso se replique en los colegios", afirmó Mireya Miranda, psicóloga educacional y académica de Facultad de Educación de la Universidad Santo Tomás. "Pero además, existe hoy mayor información al respecto y son más los niños y las familias que deciden denunciar y que buscan una reparación a este maltrato", agregó.
A fines de 2015, la Agencia de Calidad de la Educación elaboró un estudio que, entre varias variables, midió el clima escolar y evaluó el trabajo preventivo que realizan los establecimientos para evitar los casos de bullying.
Entre las principales conclusiones del análisis se destaca el hecho que a los profesores no se les forma ni se "les entregan las herramientas para prevenir ni para gestionar de buena manera un clima que evite casos de acoso o violencia", por lo que cada uno debe enfrentarse a las situaciones de maltrato con sus propias habilidades. Asimismo, los encargados de convivencia escolar de los establecimientos no han logrado "articular un trabajo que debe ser transversal", y si bien existen en los colegios los manuales de convivencia, "no siempre logra implementarse en la realidad cotidiana".
Finalmente, los colegios que logran un buen clima escolar es porque apoyan a sus profesores y dan espacios para que se pueda conversar entre pares.
"Lo relevante es que cambiamos la conversación, que habla de cómo trabajamos al interior de las escuelas habilidades socioemocionales que nos permitan empatizar, respetarnos, relacionarnos y ver al otro, en vez de estar reaccionando cuando los problemas de convivencia ya son una realidad", explicó Carlos Henríquez, Secretario Ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación.
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