La autocrítica de Bravo por los premios: "Como plantel fallamos"

Claudio Bravo no se fue feliz de Chile, luego de su última cita con la selección chilena. Le dolió la derrota con Uruguay (2-1) y, más que todo, el tremendo lío que se armó por la repartición de premios en la Roja, con jugadores reclamando una porción de la torta que originalmente se les negó.

Una polémica que apuntó directamente al arquero del Barcelona, por su condición de líder y capitán de la Roja. Posiblemente, uno de los momentos más duros que le ha tocado enfrentar en la escuadra nacional. "Como equipo y como plantel fallamos en el método que usamos para la repartición", aseguró Bravo, en una entrevista con el programa El Informante de TVN.

Lo que más le dolió, sin embargo, fueron las críticas directas que recibió. "Fue un momento incómodo, porque me sentí señalado como si fuera yo casi quien repartía el dinero o como si yo llegara con el maletín al camarín y decidiera cuánto era para cada uno", expresó.

La pelea, finalmente, se solucionó. Bravo y Braulio Leal (en representación de los marginados) llegaron a un acuerdo y todos los jugadores que fueron citados durante las Eliminatorias recibieron una tajada del bono por clasificar a Brasil 2014. "Hablamos con los compañeros del plantel y entre todos entendimos que estábamos equivocados en el método. También hablé con los que se sintieron pasados a llevar", dijo el portero.

¿Cómo hizo Bravo para ganarse el rótulo de líder de la Selección? El mismo meta explicó el proceso: "Creo que es la forma en que fui conociendo a mis compañeros. A veces hay que llegar con una buena palabra y otras veces con un buen reto, pero a cada uno de una forma distinta. Ésta es la clave del liderazgo que me ha tocado todo este tiempo. En un principio es difícil, porque no cuentas con el total respeto, pero después, cuando conoces a tus compañeros, ya es más fácil".

En esa mismo rol, el capitán de Chile reconoce que tiene una conversación pendiente con Claudio Borghi y con Marcelo Bielsa, los técnicos que antecedieron a Sampaoli. "Con Borghi, siento que quedaron muchas cosas por decirnos a la cara, cosas sobre nosotros, los jugadores que le fallamos, como equipo y como proceso. Llegamos a estar primeros en la clasificatoria y el equipo no supo responder a la confianza que se depositó en nosotros".

En el caso de Bielsa, en tanto, Bravo confiesa un trato mucho más distante. "Con Bielsa le pediría que me diera 10 minutos para hablar con él, porque nunca pude hablar mucho en verdad. Después del Mundial hablé con como dos minutos en el bus y me dijo que estaba feliz del grupo y que lo cuidáramos porque había equipo para llegar a un segundo Mundial", concluyó.