La Chimba ve la luz

Vecinos de Luz Divina VI observan inicio de servicio de electricidad. foto: gentileza cge
Vecinos de Luz Divina VI observan inicio de servicio de electricidad. foto: gentileza cge

Ahora con tendido eléctrico formal, el icónico campamento de Antofagasta, donde reside el sacerdote jesuita Felipe Berríos, da un nuevo paso en su desarrollo.




Orgullo. Esa es la primera emoción que reflejan los rostros de los habitantes de la población Luz Divina VI, ubicada en el campamento La Chimba, en la Región de Antofagasta. ¿La razón? La instalación de tendido eléctrico formal, lo que permitirá, por primera vez, que la población tenga iluminación estable y permanente.

La conexión al sistema eléctrico proveído por Elecda, filial de la Compañía General de Electricidad (CGE), beneficia a 102 hogares. Es un importante hito para los vecinos de La Chimba -donde también reside el sacerdote jesuita Felipe Berríos- y un paso más para alejarse de la estigmatización que denuncian sufrir hace años.

En el campamento, uno de los más grandes del país y que se emplaza a un costado de un basural, se ha trabajado fuertemente en alejar los prejuicios, apoyados por Berríos, quien ha contribuido a enlazar el campamento con las autoridades de la zona.

Estos esfuerzos tienen un rostro femenino. Susana Véliz, conocida por los lugareños como la "Chana", ha sido dirigenta por casi 40 años y hoy es mano derecha del jesuita, quien, sostiene, ha propulsado el desarrollo de La Chimba. "Desde que llegó el padre nosotros hemos sido más que bendecidos, porque hay mucha gente que lo conoce, tiene mucha notoriedad. Entonces hemos logrado mucho con él, todos remando hacia un mismo lado", dice.

Susana explica que, si bien el trabajo está dando frutos, aún restan muchos desafíos. "Nosotros estamos aquí desde 1978 y uno piensa en lo que no tuvo, lo que no pudo hacer, por las necesidad, y surge buscar oportunidades, para uno y para los que llegan, para que puedan cumplir con esos sueños. Algo se tiene que hacer y acá nosotros trabajamos hacia eso", explica.

El "efecto Berríos"

El sacerdote Berríos es, para la comunidad local, una estrella. Llegó a asentarse en La Chimba en enero de 2015, tras cuatro años como misionero en Africa, destacándose como uno de los religiosos más polémicos de los últimos años, con roces por sus opiniones liberales en temas como la igualdad social, el aborto o la diversidad sexual.

Conocido por acuñar la expresión "cota mil" para referirse a las universidades construidas hacia la zona oriente de Santiago entre cerros y alejadas, Berríos ha convivido con las mafias, delincuencia y drogadicción que afectan a La Chimba. Pero sostiene que el factor humano y la empatía han sido pilares. De hecho, desde la remodelación de las casas y la creación del cargo de jefe de pasaje en la comunidad, la convivencia ha mejorado.

"Estaba muy estigmatizada, por el basural y la violencia, pero la gente se empieza a organizar, a tomar las riendas de sus vidas, y con eso cambia el campamento. Se transformó en una comunidad. La gente empezó a tomar decisiones, no haciéndoles caso a las mafias o al más temido, sino que a la mayoría", señala Berríos.

En los últimos años, además, la comunidad se ha transformado con la inmigración. Actualmente, La Chimba es una zona multicultural, donde conviven chilenos, peruanos, bolivianos, colombianos, entre otras nacionalidades. "Todos tienen una condición en común y es la exclusión. Y ahí nos unimos todos y las diferencias pasan a ser riquezas. Se nos ensancha el mundo. Chile será mucho más rico si se hace intercultural", dice el padre.

Añade que todos los problemas se deben enfrentar con una visión de inclusión: "(Marcelo) Bielsa, que es argentino, nos devolvió la chilenidad de la Roja. Estamos llenos de inmigrantes que han rescatado lo más chileno de lo nuestro".

Otro de los logros importantes en La Chimba, liderado por Berríos y que más orgullo trae a sus habitantes, es el Centro de Formación Técnica que opera desde 2016. Tiene una sede principal en La Chimba y otras 26 en diferentes campamentos de Antofagasta, favoreciendo a más de 1.600 familias.

En el centro se enseñan oficios como carpintería, gasfitería, electricidad, soldadura, corte y confección, peluquería y gastronomía, tanto a hombres como a mujeres, sean chilenos o extranjeros.

Alexander Escobar (24) llegó de Bolivia en 2010. Se graduó como el mejor estudiante este año y trabajó en las instalaciones del servicio eléctrico. Para él, La Chimba es un hogar y, pese a los problemas, dice que la organización ha sido base para poder surgir: "Estudié electricidad y sigo trabajando en lo que me gusta. Como poblador me siento orgulloso de estos avances. Es un campamento que se destaca por ser muy unido, y se nota".

Ahora, la iniciativa de CGE será replicada en otros campamentos de la región, a través del Plan de Superación de Campamentos.

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