La historia del colegio que se resiste a cerrar sus puertas

Cien padres envían a sus hijos a la escuela Valle Verde, que perdió el reconocimiento oficial.




En abril de 2012, la Escuela Básica Valle Verde de La Florida, junto con otros 38 colegios, fue notificada por la Seremi con la sanción máxima tras una serie de faltas: la pérdida del reconocimiento oficial. El colegio dejaría de recibir subvención y debería cerrar. ¿La causa? No pago de cotizaciones previsionales entre 2010 y 2012 para todos sus docentes. Pese a la resolución, cinco escuelas continúan funcionando.

Una es Valle Verde. La mitad de los apoderados abandonó la escuela. Otros cien se quedaron.

Uno de ellos es Cristián Melis, padre de dos niñas, quien no pagó este año la matrícula y hasta que no se regularice la situación, está exento de la mensualidad de $ 15 mil. "Qué voy a hacer. Me queda cerca, las niñas están hace años aquí y no hay más opciones en estos lados", asegura.

Según la directora Zaida Pérez, las imposiciones ya fueron pagadas. Pero no parece ser la única deficiencia. Los vidrios rotos y los baños en mal estado siguen sin ser motivos suficientes para que los apoderados cambien a sus hijos. Están esperanzados en que a fines de marzo, la apelación que presentó el recinto ante el Mineduc sea favorable. Ello les permitiría recibir recursos para los sueldos, que están impagos.

La tía Tere, del furgón escolar, trabaja hace 28 años transportando sólo a niños de la escuela y asegura "que no hay colegio como éste. Acepta a niños que en todas partes los desechan por hiperactivos o desordenados".

Como no tiene reconocimiento, la Superintendencia de Educación Escolar no los puede fiscalizar ni tiene más herramientas para obligarlos al cierre. "No hay herramientas para multarlos ni fiscalizarlos, porque no están suscritos a nada. Funcionan fuera del sistema", dice el superintendente Manuel Casanueva. Los alumnos darán exámenes libres ante el Mineduc a final de año, pero sus notas del colegio no valen. "Le cortamos el oxígeno, no reciben subvención y sus notas no serán reconocidas", dice Casanueva.

Agencia

A partir de este año, comenzó a funcionar la Agencia de la Calidad, cuya misión será velar por que las escuelas mantengan estándares de calidad en aprendizajes. Si no cumplen, después de un período de cuatro años podrían cerrar.

La reforma sigue el espíritu de leyes que están operando en Estados Unidos, donde la sanción para los colegios es la clausura. Pero allá el proceso no ha sido fácil. "Incluso sabiendo los padres las falencias, siguen enviando a los niños pensando que el problema está afuera", dice Juan Pablo Valenzuela, de la U. de Chile.

Según Ernesto Treviño, de la UDP, cerrar una escuela implica romper con el vínculo emocional con amigos, profesores y comunidad. "Por eso hay resistencia al cambio", dice.

No es el único factor. Un estudio de la UDP encontró que el 12,4% de familias en escuelas de desempeño deficiente, que podrían ser cerradas, no tiene alternativas cercanas.

¿Impactará esto en la agencia? "En un contexto donde el cierre de escuelas será más recurrente, la clave es que el Mineduc defina una política para hacerse responsable de la reubicación de los alumnos, idealmente en mejores colegios", dice Gonzalo Muñoz, de Fundación Chile y consejero de la Agencia.

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