La lucha silenciosa de José Rojas para ir al Mundial
El defensa busca ganarse un cupo a Brasil, mientras trata de dejar atrás la pena por la pérdida de su hijo.
En el cuerpo técnico de la Selección existía cierto temor por José Rojas. No sólo por su eventual respuesta futbolística en una cita tan importante como un Mundial, sino principalmente por su estado de ánimo tras la pérdida del hijo que esperaba su esposa Patricia el pasado 19 de abril. Llevaba 23 semanas encinta.
Jorge Sampaoli sabía que el presente del jugador estaba lejos de ser el ideal tanto dentro como fuera de la cancha. Incluso, una lesión en el peroné de la pierna izquierda le había puesto fin tempranamente a su actividad en el semestre con la U. Es decir, un escenario evidentemente en contra.
Sin embargo, todos los miedos de Sampaoli y sus colaboradores, quienes estuvieron cerca del jugador en todo momento tras el dramático episodio de abril pasado, se disiparon cuando lo vieron entrar nuevamente en Juan Pinto Durán. El zaguero no sólo se presentó con anticipación a los entrenamientos, para recuperar su mejor forma física, sino que además les hizo ver que estaba dispuesto a pelear hasta el final su opción y que el dolor, más allá de acompañarlo toda la vida, no iba a ser impedimento.
Los entrenamientos diarios en el recinto de Macul han ayudado mucho al defensor tanto en el aspecto físico como en lo sicológico. De hecho, desde que se sumó a las prácticas, Rojas bajó casi tres kilos y medio, lo que se ha notado en su rendimiento. Ya sea como central izquierdo o como lateral por ese mismo perfil, el capitán de la U parece acercarse a su mejor forma futbolística
Pero lo anímico ha jugado un papel tanto o más importante en todo esto. "Los primeros días, después del doloroso momento por el que atravesó, se quedaba conversando mucho con todos. Necesitaba de algún modo desahogarse y creo que eso a la larga le hizo muy bien. Hoy se lo ve de nuevo muy contento y creo que de algún modo él también se siente muchísimo mejor por dentro", reconoce uno de sus interlocutores habituales dentro de Juan Pinto Durán.
Igualmente, más allá de sus mejoras, Rojas convive a diario con la incertidumbre de no sentirse seguro en el Mundial. Quizás si el campeonato hubiese sido hace un año, nadie habría dudado de su inclusión en la nómina final. Ahora, por sus últimas campañas en la U muchos ponen en duda que termine llenándole el gusto a Sampaoli.
"En un principio estaba tan afectado por todo lo que vivió con su esposa, que de algún modo la Selección pasó a un segundo plano. Pero después entendió que ir a un Mundial se da una vez en la vida. Por eso se juramentó darlo todo, no guardarse nada. Y si finalmente no va, que sea porque hubo un mejor compañero que él y no por falta de esfuerzo", confiesa un cercano.
Así, mientras lucha por ganarse la confianza de Sampaoli y aprende a convivir con el dolor por su hijo, Rojas sigue su lucha silenciosa en Juan Pinto Durán. Ahora depende del técnico si finalmente llega a Brasil.
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