La mejor finta de Robben

La estrella de Holanda debió superar un cáncer hace más de una década. Hoy es la máxima amenaza de los tulipanes para enfrentar a Chile.




Pocas personas en el mundo tienen la fortuna de decir que vencieron al cáncer. Una de ellas es el futbolista Arjen Robben, la máxima figura de Holanda. Su historia es la de un luchador natural, para el que ya no existen obstáculos imposibles de superar, más allá de su dificultad. Un ganador.

Ese es el espíritu que ha inspirado su exitosa carrera, la que hoy vive un nuevo capítulo con el brillante inicio que ha tenido en Brasil, donde ha marcado dos goles en tres partidos. Ahora, su objetivo es Chile, a la que enfrentará este lunes, en Sao Paulo, en duelo que definirá al ganador del Grupo B.

Fue en agosto de 2003 cuando la prensa tulipán filtró que le habían detectado un tumor benigno en los testículos. En aquella temporada militaba en el PSV, tras sus primeros pasos en el FC Groningen, donde comenzó a destacarse tres años antes. Ya era una estrella en la Eredivisie y uno de los mediapuntas con más proyección de Europa. La noticia causó conmoción.

Sin embargo, tuvo que pasar un año para que él se refiriera a la enfermedad que lo aquejaba. Lo hizo en la revista oficial del Chelsea, club que había pagado US$ 25 millones para incorporarlo. Eso sí, la confirmación de su condición iba acompañada de una buena noticia. "Tenía mucho miedo. Vivir sin que el fútbol fuera lo más importante fue algo difícil. La espera fue terrible. No sabía qué iba a pasarme. Cuando supe la noticia de mi curación, sentí un gran alivio", reveló el rápido volante ofensivo que ahora amenaza a la Roja.

Pese a los trascendidos que se habían publicado en los medios de comunicación ingleses y holandeses, prefirió evitar dar a conocer su verdadero estado. Eligió el camino opuesto y vivió en silencio, privadamente, su lucha contra ese cáncer que podría haber truncado su carrera, cuando apenas tenía 20 años y todo el futuro por delante. "Es bueno ponerlo en conocimiento de todos. ¿Por qué tendría que avergonzarme al hablar de algo así? Ahora que estoy curado, me siento tranquilo. Puede ocurrirle a cualquiera, en cualquier momento, y puede llevar a consecuencias terribles. Ahora el fútbol es lo que llena mi vida. Lo más importante es tener salud y que tu familia esté bien", reflexionaba el atacante zurdo de la Oranje.

Quizás muy pocos recuerdan a Robben con pelo, pero lo cierto es que fue en esa época cuando comenzó a perderlo, debido a la terapia. Aun así, no dejó de jugar. Incluso, fue parte de la Oranje en la Eurocopa 2004, donde se consagró como uno de los mejores extremos del certamen.

EMBLEMA HOLANDÉS

Además de doblarle la mano a una peligrosa enfermedad, Robben ha tenido que sobreponerse a numerosas lesiones a lo largo de su carrera, como la rotura del menisco externo de la rodilla derecha cuando estaba en el elenco londinense. Los esguinces y las contracturas lo acompañaban seguido. Casi siempre en instancias clave.

Por otro lado, el mote de perdedor también lo arrastró por años, pese a sus numerosos títulos colectivos y premios individuales. Por ejemplo, el mano a mano que perdió ante Iker Casillas en la final del Mundial pasado lo atormentó como un fantasma hasta hace unos días, cuando lo venció en dos ocasiones, en el 5-1 del debut.

El hecho clave y que lo liberó de las críticas que lo acusaban de falta de jerarquía fue la final de la Liga de Campeones 2013. El calvo jugador fue el héroe del Bayern Munich al anotar el gol del triunfo por 2-1 sobre el Borussia Dortmund a los 89'. Se sacó la mufa y se destapó.

Por eso, Brasil está siendo testigo de la mejor versión de Robben, con la que se encontrará el equipo de Sampaoli y la que es admirada por su compañero y capitán Robin van Persie, quien lo considera un líder en la selección: "Él es genial, me encanta jugar con él, porque es impredecible para el oponente, lo que hace. Puede hacer casi cualquier cosa, es rápido, puede marcar goles y nos ayuda a hacerlos. Le hace muy bien a la plantilla. Es un líder. Eso lo dice todo acerca de él".

Robben, quien hasta hace poco trotaba por la playa de Ipanema y no tenía problemas en atender a la prensa que lo seguía, disfruta de la vida y del fútbol con la fortaleza de quien ha ganado duras batallas. Su próxima lucha será ante Chile, que tendrá que tener claro que el holandés no se rinde con facilidad. En su palmarés destaca que le metió finta y gol a la muerte.

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