La paz frustrada de la Nueva Mayoría

Guillermo Teillier se entretuvo unos minutos demás en su teléfono cuando los otros presidentes de partido de la Nueva Mayoría salieron del comedor del Ministerio del Interior y caminaron al patio de los Cañones, en La Moneda, para hacer una declaración conjunta.

Más de alguno miró por encima del hombro si es que el líder comunista se unía a la comitiva, pero no lo hizo: se demoró haciendo una llamada telefónica en el patio de los Naranjos.

La de este lunes era la primera reunión del pacto a la que asistía Teillier luego que el miércoles pasado los otros seis partidos emitieran una declaración pública criticando a su partido por, institucionalmente, votar contra el veto aditivo propuesto por la Presidenta Michelle Bachelet para sacar adelante el reajuste al sector público. Por lo mismo, llamó la atención que, mientras Carolina Goic (DC), como vocera del bloque, hablaba flanqueada por sus pares del PPD, PR y MAS, Teillier no solo se marginara de esa puesta en escena, sino que además iniciara su propio punto de prensa a 50 metros de distancia. Y los discursos de ambos, además de simultáneos, eran disonantes.

"Hemos dado por superado el impasse. Hemos conversado honestamente, y yo me he dado por satisfecho por las explicaciones que se han dado: se cometió un error con una declaración. Punto", decía Teillier, dejando entrever que había existido un gesto de desagravio de parte de los demás partidos.

Goic, por su parte, hablaba de autocrítica conjunta, pero no asumía errores en la declaración: "Dimos esto por superado, y me alegro que hayamos estado con ánimo constructivo y de diálogo, con autocrítica, porque siempre las cosas se pueden hacer mejor (...); todos entendemos que siempre las formas se pueden mejorar".

Las palabras de la presidenta de la DC respondían a un acuerdo que los presidentes habían adoptado en la reunión del comité político, y en la misma línea hablaron Gonzalo Navarrete (PPD) y Ernesto Velasco (PR).

Teillier estaba disconforme. En la reunión le había explicado a los demás timoneles la incómoda posición en que había quedado frente a los militantes comunistas después de lo ocurrido. Y había pedido -según los asistentes- que los seis partidos que criticaron al PC salieran a reconocer un error. Pero los jefes partidarios le dijeron que no, que a lo máximo que iban a llegar era a aparecer los siete asumiendo responsabilidades compartidas y dar por superado, entre todos, el impasse.

Según los participantes de la reunión, aunque a regañadientes, Teillier había accedido al acuerdo. Fue por eso que se sorprendieron cuando no se sumó a la puesta en escena y, más aún, cuando más tarde se enteraron del tono de las declaraciones que había realizado en paralelo a Goic.

Fue la propia presidenta de la DC la que salió a contradecirlo cuatro horas más tarde, escalando el conflicto. A través de su cuenta en Twitter, la senadora por Magallanes escribió: "Los dichos de Teillier no se ajustan a lo conversado. Es lamentable tergiversar el diálogo. Reiteramos el contenido de la declaración. Las formas deben mejorar".

El tema se había abordado en la reunión de mesa de la DC, en la que Goic clarificó esto mismo a la directiva: no había existido, según ella, ninguna rectificación de la declaración, que ya había sido confirmada la noche del domingo.

Más tarde fue el timonel del PR quien señaló que lo declarado por el líder del PC "no se ajusta la realidad. Lo que nosotros dijimos es que damos por superado el tema y admitimos que debemos hacer autocrítica para mejorar la gestión política, y punto. Lo que dijo Teillier no se ajusta ninguna otra calificación que se dio del punto".

Tras esas declaraciones, el propio líder del PC respondió a través de Twitter: "Resulta que ahora tergiverso conversaciones. Estaría bueno que la corten".

Este nuevo enfrentamiento frustró los planes del sector de restablecer las relaciones y complicó aún más la ya difícil situación en que se encuentra el gobierno en la búsqueda de un acuerdo para el reajuste al sector público. De hecho, en el comité político de la mañana el ministro del Interior, Mario Fernández, le había planteado al conglomerado -dicen los presentes- que el Ejecutivo no podía arriesgarse a una nueva derrota política, y que de no llegar a un acuerdo por reajuste, sencillamente no habría reajuste al sector público.

Aunque estaba previsto que el comité político se reuniera nuevamente a las 20.30, la cita se suspendió por falta de insumos de base para proponer un nuevo acuerdo a los funcionarios públicos.