La preparación y los resguardos de Jorge González para su emotivo show
El músico abrió el bloque en el Nacional, donde se evitó un diálogo con Don Francisco. Uno de los temas sensibles fue el horario del show, ya que el artista habitualmente descansa en ese lapso.
"Si todo sale según lo planeado, es probable que a varios se les caiga una lágrima en el Estadio Nacional y a otros tantos a través de la tele". Con esa conclusión, lanzada por parte de uno de los miembros de su equipo, el viernes por la mañana culminó el único gran ensayo encabezado por Jorge González para lo que esta noche se convirtió en uno de los momentos más memorables de la Teletón 2016: su reaparición masiva en el inicio del bloque de cierre y su retorno a la cruzada después de 14 años.
Un pequeño hito que comenzó a las 22 horas, entre la emoción y el respeto de una audiencia joven y familiar, y con González sentado en la mitad del escenario. Una secuencia estelar que, por lo mismo, fue planificada hasta en sus detalles más diminutos. Luego que en mayo el cantante iniciara su recuperación en el instituto Teletón de Estación Central -como una forma de superar las secuelas motrices del infarto isquémico cerebeloso de 2015-, el director del segmento final de la maratón televisiva, Alex Hernández, telefoneó a sus representantes hace dos semanas para sondear el fichaje. "Aceptó de inmediato y fue todo muy fluido", dice el realizador.
De hecho, el músico vio ahí la gran oportunidad para agradecer de manera pública el semestre completo que lleva atendiéndose en la entidad, ya que sus ejecutivos hicieron una excepción: la Teletón está focalizada en niños y adolescentes, y por lo general, no atiende de forma permanente a adultos.
Con todo sincronizado, el intérprete se lo comentó a su grupo de acompañamiento, liderado por Gonzalo Yáñez y Pedropiedra, con quienes ensayó por primera vez el último viernes en su departamento de San Miguel, donde cada semana se juntan a grabar y comer pizza. En rigor, los preparativos fueron relajados, ya que en parte del espectáculo -donde interpretaron Fe- se ocuparon pistas grabadas. Yáñez sigue: "Salió muy bien. Esto es algo que le sirve mucho a Jorge para mantenerlo motivado, pero también a nosotros, ya que estamos esperanzados en tener futuras presentaciones con él. En los ensayos estuvo muy, muy contento". Por lo mismo, la banda en pleno aprovechó de practicar otros temas, como Hombre.
Días antes, el propio ex Prisionero se encargó de otro de los asuntos clave: los invitados a escena. Para ello, pensó en los colegas que el año pasado participaron de una nueva versión de Fe y contactó a Manuel García, Javiera Mena y Roberto Márquez. "He estado mucho en contacto con él este último tiempo y siento que volver a tocar le hace bien en este proceso tan largo. Andaba en el norte, pero me vine de inmediato a Santiago a participar", cuenta la voz de Illapu.
Pero más allá del montaje, había otros capítulos mucho más sensibles. Por ejemplo, el horario del show. En el último tiempo, González sigue una disciplina que implica levantarse en la madrugada, asistir a la Teletón cerca de las ocho de la mañana, realizar distintos ejercicios de rehabilitación durante la tarde y dormirse temprano, como promedio antes de las 20 horas, cuando ya sus condiciones actuales de salud lo obligan a descansar. De hecho, cuando a mediados de octubre realizó un concierto privado en el bar Liguria, saltó al escenario a las 19.30.
Este sábado, con una aparición pactada muy tarde para sus hábitos del último tiempo, a las diez de la noche, sus cercanos le recomendaron descansar toda la jornada y no hacer actividades exigentes. Sólo su grupo fue en la mañana al Nacional a probar sonido.
Para evitar también que el cantautor se expusiera a algo más que cantar -sobre todo porque aún presenta notorios problemas en el habla-, la orden de su staff fue que se bajara de inmediato del escenario para partir de manera rauda de vuelta a su casa, sin abrir un diálogo con Don Francisco. Y así fue: el animador sólo le agradeció y le dio la mano, mientras el cuerpo de baile comenzaba a rodearlo y cubrirlo para que pudiera retirarse tranquilo del escenario.
Desde un principio, por petición de sus representantes y para cuidar su condición de salud, no estaban contemplados más temas. También se adaptó una estructura especial sobre ruedas para que subiera al entarimado del sitio sin dificultades. Según sus cercanos, el cantante se declaró "feliz" con su participación.
En todo minuto estuvo acompañado por sus dos hermanos, el diseñador Marco y la fotógrafa Zaida González, hoy responsables de casi todo lo que rodea su presente. Testigos, además, del regreso a la primera plana de su mayor héroe familiar.
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