La rehabilitación dentro del ring
A lo largo del país, los talleres del deporte en las cárceles han mejorado la conducta y la autoestima de cientos de internos.
Mediodía en la cárcel y varios internos comienzan a alejarse de los módulos, bajar de las galerías y salir de las calles para reunirse en el óvalo. Van armados de guantes, protectores bucales y uno que otro saco en la mano. Comienzan a correr, a lanzar golpes, a combatir unos con otros. Son los boxeadores de la ex Penitenciaría, un grupo de 60 internos que, desde hace poco más de un año, practican para una liga que ya ha tenido tres galas con combates de exhibición en el patio central, frente a miles de reos como espectadores.
Esto es parte de una iniciativa que se ha implementado en varios penales a nivel nacional y que les ha permitido "bajar los niveles de conflictividad y agresividad, porque ha logrado internalizar en ellos la autodisciplina y otros valores como la solidaridad, compañerismo, lealtad y respeto", explica el director del penal, coronel Ricardo Quintana.
El boxeo ha permitido que reclusos como Luis Sánchez (31), condenado por robo con violencia a 14 años, experimentaran un cambio radical. "Cuando llegas acá te metes en problemas, pero desde que apareció el taller de boxeo mejoré mi conducta. Me ayudó psicológicamente a salir de lo que es el encierro. Ahora me cambiaron al set deportivo y espero poder recibir la salida dominical como beneficio pronto", cuenta.
El éxito del taller, además, permitió que los boxeadores con mejor comportamiento fueran trasladados hasta el set deportivo del módulo B, donde están los seleccionados en distintos deportes. Al interior del penal también se pudo apreciar un impacto importante. "Si bien hay una serie de hechos asociados, el boxeo contribuyó a bajar la cantidad de muertes por hechos violentos, de 13 en 2012 a sólo dos en 2013", afirma Quintana.
A nivel nacional
Cuando en el Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de Biobío se abrió el taller de boxeo, Jordano Montalva (23) dio un nuevo sentido a su vida. "Cuando empecé a entrenar dejé el tratamiento, porque me tomaba dos clonazepam, tres carbamazepina, un olidin, un quetidin. Dejé todo de una y llevo 10 meses sin nada de droga en mi cuerpo", señala. Hoy, afirma que cuando terminen los 17 meses de condena restante, espera seguir entrenando.
En el CCP de Biobío practican regularmente 12 internos bajo las instrucciones del paramédico del hospital penal, Héctor Soto. Este funcionario ha organizado varias exhibiciones, donde han participado campeones mundiales, como Carolina "Crespa" Rodríguez.
Estos mismos pasos quiere seguir la cárcel Manzano I, en Concepción. Postuló a un fondo del Instituto Nacional del Deporte, IND, y recibió la implementación para un taller pronto a comenzar, dirigido a 35 internos.
Más al sur, la liga de boxeo del penal de Punta Arenas mantiene en entrenamiento a unos 20 reclusos desde principios de 2013. "También viví esta experiencia cuando trabajaba en Puerto Montt en el 97 y he visto cómo ayuda a disminuir la violencia más brutal en las cárceles", cuenta el alcaide, comandante Marcelo Abello.
A fines de marzo, este recinto se vistió de gala con la primera exhibición de boxeo y ya planean una segunda función. Es más, para el entrenador y árbitro de Magallanes Aeladio Ampuero, los objetivos son más ambiciosos: "Queremos formar una asociación de boxeo de la región entre los distintos penales".
En Iquique, un lugar de tradición pugilista, 10 internos entrenan y combaten en Alto Hospicio, con internos que incluso han logrado el beneficio de salir de la cárcel para competir en campeonatos regionales. Allí cuentan con un ring profesional, donado por la federación local, después de un campeonato de verano disputado este año en Cavancha, donde participaron internos destacados.
Finalmente, para el éxito de estos talleres ha sido fundamental el apoyo de las asociaciones regionales del deporte. "Nosotros tenemos la disposición de entregar todo lo necesario. Pasamos el ring, los árbitros y algunos implementos, porque nos gustan estas iniciativas que ayudan a los internos y permiten masificar el boxeo. ¿Cómo saben si de ahí adentro sale el próximo campeón nacional?", se pregunta Robinson Villarroel, presidente de la Federación de Boxeo de Chile.
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