La Roja se relaja antes de Panamá

Pizzi les dio la tarde libre a los seleccionados en Filadelfia.




Gary Medel está emocionado. Mientras ríe y levanta el brazo izquierdo con la mano empuñada, con el derecho abraza la estatua de Rocky Balboa, ubicada a un costado del imponente Museo del Arte de Filadelfia. El sol le llega directamente a la cara, pero el aguerrido defensa ni se inmuta. Nada le afecta. Lo único que le preocupa es posar lo mejor posible para que la foto que le está tomando María José Vasconcellos, la jefa de prensa de la Roja, salga lo mejor posible.

Unos metros más allá, en las famosas escaleras por las que subía el icónico boxeador encarnado por Sylvester Stallone, se da una escena divertida. El arquero y capitán del equipo, Claudio Bravo, con cámara en mano, procede a fotografiar a Carlos Parra, el gráfico oficial del conjunto nacional. Todo es distensión en la tarde libre que Juan Antonio Pizzi les concedió a sus dirigidos.

Ni siquiera hay escoltas, pese a la locura que generan las máximas figuras del equipo entre los hinchas chilenos y la multitud como Alexis Sánchez, quien fue uno de los primeros en llegar, o Arturo Vidal, uno de los últimos en aparecerse. Se fueron caminando tranquilamente desde el hotel Le Meridien, donde concentran, hasta el concurrido lugar, inmortalizado por la famosa película.

La Roja lo pasa bien en Filadelfia, donde espera extender el buen momento por lo menos hasta mañana, cuando enfrentará a Panamá en un duelo en que el que gane clasificará a cuartos de final de la Copa. El empate le sirve a Chile.

Por eso, la salida dominical, en pleno régimen de concentración, tiene más de una simple explicación. Tal ha sido el desgaste físico y sicológico acumulado por el plantel durante la temporada, en especial aquellos de mayor exposición como Vidal, Sánchez, Bravo y Medel, que en el cuerpo técnico le dieron importancia a instancias como la vivida ayer en el centro de Filadelfia, que le permite a los jugadores divertirse, relajarse y olvidarse de las tensiones.

Así como el cansancio físico le ha pegado más fuerte al Rey y al Niño Maravilla, tanto que incluso lo han hecho público, a nivel anímico quienes más parecen afectados son el arquero y el Pitbull.

Según apuntan desde la concentración, Pizzi habló con Medel luego de que publicara una imagen con un gesto ofensivo, molesto por las críticas. Y durante el partido con Bolivia, el zaguero se llevó un reto gigante de parte del DT, cuando se acercó a reclamar al banco altiplánico. No quiere su mejor defensa se pase de revoluciones.

Por su parte, Bravo viene de semanas complejas y de preocupación por el estado de salud de su hija, que tuvieron en duda su presencia en la Copa Centenario. Para colmo, desde que llegó a Estados Unidos ha tenido que enfrentar una larga negociación de premios con la ANFP, la que aún no se resuelve, mientras que en la cancha no ha tenido un rendimiento de acuerdo a las expectativas.

Momentos amargos que Pizzi espera que sus dirigidos dejen en el olvido, disfrutando de un rato libre, junto a la estatua de una fuente de inspiración para muchos fanáticos como la de Rocky Balboa.

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