La UC se sube al Enano
Diego Buonanotte fue la gran figura en la victoria de los cruzados por 1-5 sobre Antofagasta, que les permite ser exclusivos escolta del líder Iquique. El volante argentino clavó dos golazos en un partido donde el cuadro de Salas no pasó demasiadas zozobras.
No se pone colorado Mario Salas si durante largos pasajes del partido decide renunciar al control del balón. Incluso, pareciera hasta sentirse cómodo agrupando a sus hombres en terreno propio, a la espera de pinchar un balón que le permita desplegar las flechas que tiene como extremos. Todo en busca de explotar las virtudes con las que cuenta en su plantel, visiblemente más adaptado a jugar con muchos espacios por delante, de cara al arco rival, que en espacios reducidos y de espaldas al gol.
De aquel técnico calificado en algún momento como kamikaze, por su insistencia a sumar hombres permanentemente en ataque, queda muy poco. Entendió que esa etapa era muy mediática, pero a ratos poco productiva, y que necesitaba cambiar ciertos paradigmas. Así llegó a esta versión que no perdió su contundencia frente al arco rival, pero que matiza de acuerdo a las circunstancias que presenta el partido. Es cierto que frente a rivales de mayor linaje, como lo padeció ante Colo Colo hace un par de semanas, le puede costar caro tanto pragmatismo, pero a su favor tiene un poder de fuego en ataque que rescata al equipo de situaciones incómodas.
Ante Antofagasta quedó claro más que nunca esta mutación del Comandante. De hecho, dos de los tres goles surgieron de transiciones veloces, tras una recuperación en campo propio, pillando a contrapié al cuadro nortino, que se sentía empalagado de tanto tener el balón, pero sin hacer daño. Un aspecto no menor en el fútbol, pero al que se le debe otorgar al mismo tiempo profundidad. Justamente lo que no tuvo el elenco de Fernando Vergara y que le sobró a la UC.
Clave en ese sentido fue Diego Buonanotte, autor de dos golazos en la tarde del Calvo y Bascuñán. Sin tanto protagonismo desde el manejo, ante la mayor posesión de pelota del local, pero con la claridad suficiente para apurar en los metros finales y sobre todo para resolver lo que dictaba la jugada. Así nació la apertura de la cuenta. El hombre formado en River Plate apuró abriéndose de piernas, para luego recibir la pared de Castillo y, tras eludir a dos defensores, liquidar con un zurdazo cruzado.
Era la primera gran aparición del Enano en el partido, casi promediando el primer lapso. Todo un síntoma de la realidad que se vivía en el partido hasta ese momento. Pero claro, la diferencia es que mientras uno no sabía qué hacer con el balón en los pies, el otro trazaba caminos a alta velocidad para llegar al gol, de la mano de Fuenzalida y Noir.
Y en esa construcción de ataque, Buonanotte timbraba el cierre de obra. El tercer gol de la UC, el segundo en la cuenta personal del mediocampista, fue otra muestra de esta versión menos vistosa, pero con una alta cuota de efectividad. El Enano, tras recibir de Fuenzalida, quien había pinchado un balón en mediocampo, resolvió con un zurdazo al ángulo imposible para Dituro.
Ahí se acabó el partido como espíritu de lucha y se abrió para que la UC construyera una goleada que la encarama como el exclusivo escolta del líder Iquique. Dejando de lado los viejos paradigmas de Salas, pero con matices que lo hacen aún más peligroso en ataque. Y con ese toque de distinción de Buonanotte, que en Antofagasta ratificó que en sus pies se sostiene buena parte de la ilusión del bicampeonato.
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