La UE se reúne para evaluar nuevas sanciones contra Rusia por conflicto en Ucrania
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, aseguró que la crisis podría alcanzar "una situación sin un punto de no retorno" en caso continuara la escalada de violencia en Ucrania.
Los dirigentes de la Unión Europea (UE) se reunieron hoy en una cumbre en Bruselas para evaluar nuevas sanciones contra Rusia, llamada a cesar sus "acciones militares ilegales" en Ucrania que amenazan con llegar a un "punto de no retorno".
"Estamos en una situación muy dramática", declaró el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, tras reunirse con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko. "Podríamos hallarnos en una situación en la que estaríamos en un punto de no retorno si continúa la escalada en Ucrania", añadió.
El encuentro se produjo unas horas antes de una cumbre europea extraordinaria y en momentos en que se multiplican las informaciones sobre incursiones de tropas regulares de las Fuerzas Armadas rusas en Ucrania.
Interrogado sobre eventuales sanciones adicionales contra Rusia por parte de la UE, Barroso indicó que esperaba que los jefes de Estado y de gobierno de la UE "estén listos para tomar nuevas medidas" y precisó que la Comisión "ya preparó opciones". El viernes dijo al presidente ruso Vladimir Putin en una conversación telefónica que cualquier nueva "desestabilización" en Ucrania tendría un "costo elevado" para Rusia.
En París, en donde se reunieron este sábado por la mañana los jefes de gobierno socialistas de la UE, el presidente francés François Hollande indicó que las sanciones contra Rusia serán "sin duda" aumentadas.
"La agresión de Rusia no quedará sin una respuesta de la UE", afirmó por su parte Poroshenko, que debe informar por la tarde a los dirigentes europeos sobre la situación en el terreno en el este de Ucrania.
Kiev había pedido esta semana a las potencias Occidentales una ayuda militar. Este sábado Poroshenko se refirió únicamente a un "apoyo técnico" bajo la forma de un "intercambio de informaciones".
El responsable separatista Alexei Mozgovoi afirmó el sábado que los insurgentes controlaban cerca del 50% del territorio de las regiones de Donetsk y Lugansk.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, condenó por su parte lo que definió como el "desprecio permanente de Rusia a sus obligaciones internacionales".
Europa del Este, región aún más recelosa de las acciones de Moscú, fue más lejos: el presidente rumano, Traian Basescu, pidió a la OTAN y a la UE que entreguen armas a las autoridades de Kiev, y el jefe de la diplomacia polaca, Radoslaw Sikorski, calificó de "guerra" el conflicto en Ucrania.
Paralelamente, los europeos prevén nombrar al sucesor del presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy. El primer ministro polaco, Donald Tusk, es el gran favorito y su designación aportaría más peso a Polonia, que apoya abiertamente a Ucrania contra Moscú.
La ministra de Relaciones Exteriores italiana, Federica Mogherini, acusada por los países de Europa del Este de ser condescendiente hacia Moscú, sería nombrada como jefe de la diplomacia europea, en reemplazo de la británica Catherine Ashton.
INTERCAMBIO DE PRISIONEROS
Sobre el terreno, los rebeldes prorrusos afirmaron estar a punto de rodear el puerto estratégico de Mariupol, de 460.000 habitantes, a unos 100 km al sur de su bastión de Donetsk.
En Donetsk, no hubo bombardeos ni enfrentamientos durante la noche. Los disparos de artillería se reanudaron por la mañana en varios barrios de la ciudad, anunciaron las autoridades locales.
El ministro ucraniano del Interior, Arsen Avakov, declaró que parte de los soldados asediados por los insurgentes en la localidad de Komsomolsk habían "salido" del cerco, sin dar más precisiones.
En Ilovaisk, donde varios centenares de soldados están rodeados desde hace más de una semana, el comandante de un batallón de voluntarios que luchan junto al ejército ucraniano, Semen Sementchenko, afirmó que un corredor había sido negociado para permitir su salida a condición de dejar las armas pesadas a los insurgentes.
"Dentro de unos días, todos los soldados capturados y heridos serán intercambiados por paracaidistas rusos en Jarkov", territorio leal a Kiev, escribió Sementchenko en Facebook. Las autoridades ucranianas no confirmaron por ahora estas informaciones.
Una decena de paracaidistas rusos fueron capturados a principios de semana en territorio ucraniano, donde se hallaban "por accidente", según Moscú.
Este "corredor humanitario" en Ilovaisk fue solicitado por Putin a los separatistas de "Novorossia" (Nueva Rusia), un término de la época zarista utilizado por el presidente ruso para designar varias regiones del este y el sur de Ucrania.
Según un informe de la ONU publicado el viernes, 2.593 personas ya han muerto desde mediados de abril en este conflicto.
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