Las distintas metas de los Prohens para el Rally Dakar
Los hermanos Felipe y Jaime afrontan su sexto clásico del todoterreno arriba de una nueva moto, que califican como "más competitiva".
Hasta el inicio del Dakar, el 5 de enero en la ciudad argentina de Rosario, los Prohens correrán por líneas separadas. Mientras uno se prepara en Santiago y Ritoque, el otro espera la partida en su natal Copiapó. Felipe y Jaime Prohens, además de vivir momentos distintos, tienen expectativas diferentes para la sexta presentación de ambos en la prueba más exigente del mundo.
Por un lado, Felipe (33) está esperanzado en mantener o superar el top 20, su techo en la clasificación, el que alcanzó en dos ocasiones, 2010 y 2013.
"Este fue un buen año en resultados. Fui sexto en Perú, 10º en el Ruta 40, y estoy bien para la carrera", narra Felipe desde Ritoque. Sin embargo, su optimismo choca con su estado físico.
Hace un par de meses sufrió un accidente que le dejó una fractura de clavícula. "Me siento mejor, estoy tratando de recuperar el tiempo perdido", dice Felipe, pero sabe que no será fácil. "Lo que perdí mientras sanaba es lo que más afecta. Tengo menos masa muscular y la rápida recuperación también complica. Una persona normal lo hace en 90 días y yo lo hice en 40", explica.
Por lo mismo, su principal objetivo es llegar a Valparaíso. "He sentido los inconvenientes físicos, pero igual quiero ir a buscar el mejor resultado posible. Y si llego a tener problemas que me dejen atrás, seguiré peleando", advierte.
La voz de la experiencia
Jaime Prohens (38) también tiene cinco Dakar en el cuerpo, pero posee una marca inédita. "Soy el único sudamericano en estar en todas las carreras aquí y no he abandonado", asegura desde Copiapó.
Ese limpio registro le ayuda para plantear una carrera tranquila. "Soy inteligente, sé cómo enfrentarla, tengo mi propia filosofía. Es una carrera de descarte, aunque cada vez es más dura, por el nivel de los pilotos", dice.
Mantenerse como el único que aún no marca abandonos es la primera meta de Jaime, aunque mira de reojo superar su 25º lugar de 2011, su mejor posición.
"Siempre es bonito superar la marca personal, pero no me presionaré", adelanta.
Razones tiene. "No soy un piloto agresivo, nunca he pensado en ganar un Dakar. Para eso hay que arriesgar mucho, pagar un alto costo y no estoy dispuesto a hacerlo", asegura. Aparte, tiene otra justificación: "Seré papá el próximo año, tengo doble responsabilidad".
En moto nueva
En lo que sí concuerdan es en la moto. Tras años con Honda, los pilotos se cambiaron a Yamaha, lo que los tiene entusiasmados. "Estábamos contentos con Honda, pero sentimos que tocamos techo con la moto. Yamaha se nos acercó y lo que nos presentó fue atractivo para ambos", dice Felipe.
La gran ventaja es el trabajo en la moto, una WR 450 FI Rally. "Nos dieron la libertad de desarrollarla y nos abrieron las puertas para correr. Es una moto más competitiva", señala Jaime.
Con una nueva máquina, los Prohens piensan en la carrera y una premisa. "Quizá 2013 fue más liviano, pero esta será una prueba dura", concluye Jaime.
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