Las fórmulas tras las frases más memorables del cine
<div><font face="tahoma, arial, helvetica, sans-serif"><span style="font-size: 12px;">¿Alguna vez se preguntó por qué repetimos una y otra vez citas como Que la fuerza te acompañe o Houston, tenemos un problema? Un estudio realizado en EE.UU. identificó varios factores que hacen que una frase sea más recordada: vocablos inusuales, brevedad y ausencia de términos como yo son algunos elementos claves.</span></font></div>
Un robot que viaja al pasado para asegurar el dominio futuro de las máquinas, un galán del sur de EE.UU. y un astronauta de la Nasa. Para 2.000 personas encuestadas en 2012 por el servicio de películas en línea NOW TV, estos personajes popularizaron las tres frases más memorables de la historia del cine: "Volveré" (Terminator), "Francamente, querida, me importa un carajo" (Lo que el viento se llevó) y "Houston, tenemos un problema" (Apolo 13). Estas citas, más la cuarta en la lista ("Que la fuerza te acompañe", de Star Wars), han quedado grabadas en la memoria colectiva porque cumplen con varios patrones lingüísticos que las hacen inolvidables y, al mismo tiempo, apropiadas para socializar y amenizar conversaciones.
Es lo que muestra un estudio de expertos en análisis computacional de la U. de Cornell (Estados Unidos), quienes partieron de la siguiente base: si se busca en Google la frase "Creo que este es el comienzo de una hermosa amistad", de Casablanca, se obtienen más de 11 millones de resultados, pero ninguno explica a cabalidad por qué es tan conocida y mencionada en conversaciones incluso por personas que jamás han visto el filme. Un hábito social que, según la experiencia clínica de la sicóloga británica Averil Leimon, es aprovechado particularmente por los hombres cuando buscan generar lazos.
"Estas frases les ayudan a establecer conexiones sin revelar demasiado de sí mismos y a decidir si ciertas personas son parte de su 'tribu'. Si se topan con alguien que cita o conoce un filme de culto, sienten como si lo conocieran", dice Leimon a Tendencias. Para dilucidar por qué ciertas citas logran fama y otras no, los investigadores de Cornell primero buscaron establecer si su potencial para ser recordadas era algo objetivo e inherente o una tendencia subjetiva impuesta por cinéfilos.
En primer lugar, reunieron frases memorables de 1.000 filmes en IMDB.com, la "biblia" del cine en la web. Luego las mezclaron con otras frases más desconocidas de las mismas películas y les pidieron a personas que no habían visto los filmes que identificaran los pasajes más famosos (como método de control, las oraciones menos memorables eran pronunciadas en la misma escena que las más famosas y por los mismos personajes).
¿El resultado? En promedio, los individuos identificaron nueve de 12 frases memorables. Así los expertos concluyeron que había algo en el "ADN" lingüístico de las oraciones más populares. Y para averiguar qué, diseñaron un software que comparó 2.000 citas populares con textos comunes.
El análisis mostró varios patrones. Por ejemplo, las citas más conocidas eran distintivas gracias a combinaciones inusuales de palabras. "La frase Hasta la vista, baby, es un ejemplo. Antes del estreno de Terminator 2, era muy improbable encontrar 'hasta la vista' y 'baby' juntos en algún diario o medio similar", dice a Tendencias Cristian Danescu-Niculescu-Mizil, coautor del reporte. De hecho, las frases con palabras menos comunes (como "¿Te sientes con suerte, patán?", de Harry el Sucio) fueron consideradas como las más memorables en el 60% de los casos.
George Tiffin, cineasta y autor del libro Las mejores líneas: una historia informal del cine en citas, explica a Tendencias que hasta ahora la elaboración de guiones no ha seguido fórmulas preestablecidas. En otras palabras, el éxito de una cierta frase se debe más bien al azar. "Los autores han intentado dar con 'reglas' para la buena escritura por años, pero no han tenido éxito. Por definición el arte no es ciencia, pero si se descifra la fórmula para las citas del cine tal vez también funcione en novelas o canciones", explica.
El comienzo de una hermosa amistad
Aunque las palabras inusuales hacen que una cita sea más memorable, la regla opuesta se aplica a la estructura de la frase: cuanto más simple sea, más fácil es recordarla y repetirla. Por algo, dicen los autores, una cita como "Creo que este es el comienzo de una hermosa amistad" suena mucho mejor que una variante como "Esto, creo, es el comienzo de una hermosa amistad".
Los expertos también notaron que las citas más conocidas se pueden aplicar en distintos contextos, gracias a una generalidad que depende de varios factores. Mientras menos pronombres como "yo" o "él" tenga la frase, su potencial de éxito crece (la única excepción es el término "tú" o "nosotros", ya que alude a quien sea que escuche la oración). Un ejemplo ideal es "Bueno, nadie es perfecto", de Una Eva y dos Adanes.
Algo similar pasa con frases que evitan conjugaciones verbales en pasado. Según Danescu-Niculescu-Mizil, los verbos en pretérito suenan como si aludieran a eventos específicos previos. "No hay lugar como el hogar" (Mago de Oz) suena como algo aplicable a cualquier situación, mientras que "No había lugar como el hogar" puede dar a entender, por ejemplo, que una persona va a contar cómo se destruyó su propia casa.
Fred Shapiro, editor del Libro de citas que edita la U. de Yale, concuerda con la idea de la generalidad. "Muchas de las frases famosas que perduran se pueden usar en la vida diaria. Algunas incluso pueden tener vida después que el filme sea olvidado", dice a Huffington Post. Para Danescu-Niculescu-Mizil, esto explica la fama de "Francamente, querida, me importa un carajo": tiene un aspecto general y términos inusuales como 'querida' y 'carajo'".
Otro aspecto interesante revelado por la U. de Cornell es que las citas famosas son breves e incluyen muchos sonidos labiales, que se emiten al juntar los labios o tocar el labio inferior con la fila superior de dientes (estos incluyen letras como "p", "b", "f", "v" y "m" y explican por qué la frase "Que la fuerza te acompañe" es famosa). La clave sería un sonido más duro que refuerza su recuerdo.
Danescu-Niculescu-Mizil dice que los resultados también podrían ser aprovechados por publicistas o políticos para mejorar sus mensajes. Incluso, se podrían elaborar textos más propensos a ser recordados por los estudiantes: "Si alguien debe crear un eslogan y tiene varias opciones, nuestro sistema podría aconsejar las frases más aptas de ser recordadas desde una perspectiva lingüística".
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