Las películas que llegan a salvar un mal año para la ciencia ficción

Ayer se estrenó en Chile Trascendence: identidad virtual, protagonizada por Johnny Depp.




Se suponía que eran éxitos seguros, títulos con los que la ciencia ficción dominaría el año cinematográfico, pero luego de sus estrenos en Estados Unidos, pasaron a la otra lista; la de las superproducciones que se quedaron cortas respecto de sus expectativas, y por mucho.

Hoy se estrena en Chile Trascendence: identidad virtual, película protagonizada por Johnny Depp en el papel del doctor Willy Caster, un científico pionero en el campo de la inteligencia artificial que es asesinado por un grupo de activistas. A pesar de esto, y con la ayuda de su esposa (Rebecca Hall), su cerebro sigue viviendo en un computador, lo que puede traer complejas consecuencias para la humanidad.

La cinta, que tuvo un presupuesto cercano a los US$ 100 millones, hasta el momento ha racaudado menos de US$ 25 millones en su país, quedando aún más corta que Al filo del mañana, otra desilusión de taquilla. La película protagonizada por Tom Cruise, sobre un soldado que revive una y otra vez la misma batalla contra una raza extraterrestre, recaudó US$ 75 millones en Estados Unidos, menos de la mitad de su presupuesto.

Mientras, el año sigue dominado por cintas de superhéroes como las nuevas entregas de Capitán América y El hombre araña. "El problema es que películas como Trascendence o Al filo del mañana presentan una historia nueva; no tienen la estructura de las películas de superhéroes que trabajan con un mundo y una idea que ya son muy conocidas, y simplemente las trasladan a la pantalla con un presupuesto gigante", analiza el crítico de cine Daniel Villalobos, agregando que la búsqueda de los grandes estudios es iniciar una nueva franquicia millonaria.

En eso, indica, también juega en su contra los protagonistas elegidos: "En estas dos películas optaron por tipos que están rondando los 50 años y que el público joven los ve como de la generación de sus papás", agrega. "Ahora la plata está en hacer una saga o una trilogía con un universo amplio, protagonistas jóvenes y personajes secundarios mayores, donde puedes poner grandes actores. Ese es el modelo de Harry Potter y que todos quieren repetir". El mismo modelo que ha convertido en Los juegos del hambre o a Divergente en un éxito, con varias películas más a estrenarse.

A revertir el panorama

Pero aún con este poco auspicioso escenario, algunos de los estrenos más esperados de los próximos meses son del género de ciencia ficción, donde un título sobre todo se asoma con fuerza: Interstellar, el primer proyecto en dirección de Christopher Nolan desde Batman: el caballero de la noche asciende.

Con Matthew McCounaghey, Anne Hathaway, Michael Caine y Casey Affleck en su elenco, la cinta debuta en noviembre, contando lo que sucede cuando científicos descubren una abertura en el continuo del tiempo y el espacio, lo que permite realizar viajes insospechados.

"Esa película juega con un factor distinto, que va más allá del género: el público no va a ver una película de ciencia ficción, sino que va a ver lo nuevo del director de Batman. Y es lo mismo que pasa con los Wachowski, que para la generación más joven son como Tarantino", puntualiza Villalobos, refiriéndose a Jupiter ascending, la nueva apuesta de la dupla tras The matrix y que movió su estreno de julio de este año a febrero del próximo. La historia gira alrededor de una mujer humana (Mila Kunis) que se ve amenazada por la Reina del Universo, que teme su perfecta genética.

Mientras, en la búsqueda de seguir con franquicias exitosas, otros proyectos asoman en el futuro: en julio debutan Dawn of the planet of the apes -un nuevo título ligado a El planeta de los simios- y la cuarta parte de la saga Transformers.

Junto con todas estas, la que espera dar una sorpresa es The giver, que tiene en uno de sus roles centrales a Meryl Streep, un nombre que no suele aparecer ligado a la ciencia ficción. Basada en una novela de Lois Lowry, la película está ambientada en un futuro utópico, con un mundo sin conflictos y donde cada persona tiene un rol. Ahí, a un chico de 16 años se le asigna la tarea de servir de memoria para su sociedad, lo que le hace descubrir duras realidades.

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