Libro revela versión de Strauss-Kahn sobre acusaciones de abuso
Según el ex jefe del FMI, la empleada que lo acusa, en realidad se le insinuó. Así lo detalla "Affaires DSK: The Second Inquiry" (Casos DSK: La segunda investigación), texto en que abunda la tesis del complot contra el político galo.<br>
El ex jefe del FMI, Dominique Strauss-Kahn (DSK) dice en un nuevo libro que la empleada del hotel que lo acusó de agredirla sexualmente, en realidad se le insinuó.
La revista Paris Match publica hoy extractos del libro "Affaires DSK: The Second Inquiry" (Casos DSK: La segunda investigación) escrito por el biógrafo de DSK, Michel Taubmann. El texto saldrá a la venta el 8 de diciembre.
Taubmann dijo que la obra se basa en seis entrevistas con el ex funcionario francés y en material de investigación, según cita la agencia AP.
En el libro, el político galo confiesa que mantuvo una "relación consentida" con Diallo y agrega que fue algo "estúpido" porque "abrió la puerta a todos los otros casos".
TESIS DEL COMPLOT
Según detalla la agencia Efe, en el libro abunda la tesis del complot contra DSK. "Aunque nunca ha sido condenado, Strauss-Kahn ha sido destruido", asegura Taubmann, donde además de sugerir que hay demasiadas dudas en torno a las acusaciones al ex responsable del FMI, se incluyen entrevistas con el mismo.
El escritor francés narra con crudeza los hechos que tuvieron lugar en la habitación 2806. "Strauss-Kahn salió desnudo de la ducha y Diallo estaba allí aunque no debía estar. Él le propone que le haga una felación. Todo está en la mirada, ella se había quedado mirando su sexo. No es normal que una empleada de hotel mire fijamente el sexo de un cliente. Se puede ser muy sugerente con la mirada", asegura.
Taubmann, reconoce que el político "no tiene mucho cuidado" con los asuntos sexuales pese a que en los días anteriores e incluso la víspera "le habían advertido de que estaba siendo espiado, que buscaban hacerle caer poniéndole delante una mujer que podía acusarlo de violación".
"Comete la torpeza de aceptar la relación que le propone Diallo. Es estúpido, pero no es criminal", señala. Incluso va más lejos y considera que Diallo "fue enviada para una misión que perseguía desestabilizar y dejar fuera de combate al director del FMI".
La prueba más clara del complot es para Taubmann la desaparición del teléfono móvil oficial de Strauss-Kahn en la habitación que, según él, fue robado por la empleada del hotel. El escritor considera "improbable" que lo olvidara en un restaurante o en un taxi, porque era "su principal herramienta de trabajo" y porque "contenía informaciones extremadamente sensibles".
Hay otras "zonas de sombra" en la investigación que invitan a Taubmann a pensar en el complot, ligadas muchas de ellas al comportamiento del personal del Sofitel.
Los abogados de Nafissatou Diallo, la inmigrante africana que alega que Strauss-Kahn la habría atacado cuando entró a su lujosa habitación de un hotel en Nueva York el 14 de mayo, minimizaron el contenido del libro y lo calificaron de una "total fantasía".
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