Londres quema sus últimos cartuchos en la batalla por el referéndum de Escocia
El primer ministro británico viajará junto al líder de la oposición a Escocia, para rebajar los ánimos independentistas, lo que fue calificado como "ataque de pánico" por Alex Salmond.
El primer ministro británico, David Cameron, y el líder de la oposición, el laborista Ed Miliband, viajarán el miércoles a Escocia para contrarrestar el auge del independentismo en los sondeos del referéndum del 18 de septiembre.
"Nuestro mensaje a los escoceses será simple: queremos que se queden", dijeron Cameron y Miliband en el comunicado conjunto anunciando la visita, a la que se sumará también el líder del tercer gran partido británico, Nick Clegg, de los liberales.
Los tres anularon su participación en la sesión parlamentaria semanal de preguntas al primer ministro.
"Hay mucho que nos divide, pero hay una cosa en la que estamos apasionadamente de acuerdo: que el Reino Unido está mejor junto. Por eso creímos que el lugar en el que tenemos que estar mañana es Escocia", argumentaron.
La visita conjunta es el gesto de mayor envergadura realizado por Londres desde los Acuerdos de Edimburgo que hace dos años permitieron la celebración del referéndum, y es parte de una ofensiva de última hora que los independentistas, a través de su líder, Alex Salmond, describieron como "ataque de pánico".
"Queremos escuchar y hablar con los electores sobre el gran dilema que afrontan" en el referéndum, en el que 4,2 millones de electores tendrán que responder "sí" o "no" a la pregunta "¿Debería ser Escocia un país independiente?".
Los tres participarán por separado en la campaña electoral, precisó a la AFP una fuente de los liberales.
Cameron, que hasta ahora había rehuido hacer campaña o participar en debates sobre el tema, argumentando que era un asunto de los escoceses, justificó su presencia porque "me importa con pasión nuestro Reino Unido".
Los tres líderes "diremos que corresponde a los escoceses decidir, pero que queremos que se queden", explicó a la prensa.
El anuncio de la visita se produce poco después de la oferta de los tres partidos de ceder más poder a Escocia si se queda en el Reino Unido, constituido en 1707, y de la difusión del primer sondeo dando la victoria a los independentistas el 18 de setiembre.
Este martes una nueva encuesta da cuenta de un empate. El sondeo del instituto TNS Scotland atribuye a los unionistas el 39% de las intenciones de voto y a los independentistas el 38%, con un 23% de indecisos.
Si se descarta a éstos últimos y se tiene en cuenta sólo a quienes están seguros de ir a votar, se da un empate a 41% con un 18% de indecisos.
"Demasiado ajustado para pronunciarse", estimó Tom Costley, director del instituto de sondeos.
QUE HABLE LA REINA
Los líderes en Escocia del Partido conservador, el Laborista y el Liberal comparecieron juntos este martes en Edimburgo para prometer que al día siguiente del referéndum, si gana el no, empezará el proceso para acordar más poderes al gobierno regional escocés y en enero de 2015 las primeras leyes sancionando la cesión llegarían al Parlamento.
"De este modo Escocia puede tener lo que más desea, que es pleno control y plenos resortes de poder (...) sin tener que dar la espalda a la fortaleza y la seguridad del Reino Unido", dijo en el acto la líder conservadora escocesa Ruth Davidson.
La conciencia de que el Reino Unido podría perder a Escocia en ocho días cayó como una bomba.
Prensa y políticos empezaron a apelar a la reina Isabel II, pidiéndole que deje de lado su neutralidad y salga en defensa de la Unión, los partidos se lanzaron a un esfuerzo de seducción concertado y Gordon Brown, el último primer ministro escocés, se convirtió desde el lunes en la cara visible de la campaña unionista.
La intervención de la reina "significaría mucho para la gente de Inglaterra y Escocia. Sería bienvenida y no sería impropia", dijo el diputado laborista Simon Danczuk.
Alex Salmond, el primer ministro escocés, reiteró su deseo de que la reina siga siendo la reina de los escoceses si triunfa la independencia.
"Quiero a la reina de jefa de Estado, de reina de los escoceses, en una Escocia independiente, igual que lo fueron sus ancestros", dijo Salmond.
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