Los antecedentes que marcan la relación de Chile y Bolivia por el Silala

Con la presentación de la demanda ante la CIJ, Chile marca una nueva etapa en la disputa por el uso de las aguas del río que nace en Bolivia.




Un nuevo capítulo en la relación de Chile y Bolivia por el río Silala se empezó a escribir esta mañana, luego que la Presidenta Michelle Bachelet anunciara la presentación de una demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ), que busca que se determine si las aguas son internacionales y por tanto, pueden ser utilizadas por Chile, hecho que más tarde fue confirmado por el canciller Heraldo Muñoz, quien además entregó los fundamentos de la acción judicial.

Sin embargo, la disputa por el curso de agua tiene una larga lista de antecedentes, los que fueron explicados por la propia Cancillería en un documento publicado en el sitio web denominado Chile ante La Haya.

En él se señala que el Silala "es un curso de agua internacional sucesivo, que nace en Bolivia (país aguas arriba) y cruza la frontera hacia Chile (país aguas abajo), a 4.310 metros de altura, con un caudal que oscila entre los 120 y 180 litros por segundo".

Además se explica el contexto en el que se da la disputa por las aguas, remontándose al Tratado de 1904, donde Bolivia expresó su interés por diponer de ferrocarriles que trasladaran mercadería hacia los puertos chilenos, de esta forma, en 1906 y 1908 ambos países dieron concesiones sobre las aguas del Silala a la compañía The Antofagasta and Bolivia Railway Company Limited, que ahora es conocida como Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia, que usaría dichas aguas para las locomotoras a vapor.

El conflicto, surgió cuando en 1996 el gobierno boliviano quiso objetar la concesión basándose en que no se habían respetado los términos del acuerdo. Al respecto, el documento publicado por la cancillería señala que "el argumento fue que en 1961 la empresa de transporte había comenzado a utilizar locomotoras diesel y comercializado el agua dentro de Chile, lo que significaba que ya no era utilizada para los fines que le fueron otorgados. El 14 de marzo de 1997, el prefecto de Potosí, Omar Manzano, declaró la caducidad de la concesión".

En tanto, en agosto de 1999 el gobierno boliviano licitó la concesión del uso de las aguas del río, lo que fue desconocido el año 2000 por la cancillería chilena.

Con la llegada al gobierno de Michelle Bachelet en 2006, se contempló el tema de las aguas del "Silala y recursos hídricos" en la denominada Agenda de los 13 puntos, donde ocupó el punto VII, en él se indicaba que "Bolivia desea resolver la soberanía sobre las aguas del manantial que comienza en la zona sur de ese país y desemboca en Chile".

Siguiendo las negociaciones, 2009 hubo un proyecto de acuerdo entre ambos países, "para la distribución de volúmenes de agua del río Silala. El gobierno boliviano se retiró de la negociación luego de enfrentarse a la oposición de Potosí, que pretendía cobrar a Chile por el uso pasado del agua".

DEMANDA ANTE LA HAYA
Así las cosas, y luego que la Agenda de los 13 puntos quedase detenida, Bolivia no volvió a mencionar el río Silala, hasta que en marzo de este año y en el marco del denominado Día del Mar, el gobierno de Evo Morales anunció que estudiaría acciones judiciales contra Chile por el uso "abusivo" de las aguas del Silala, confirmando días más tarde que acudiría a La Haya por el tema.

Sin embargo, y pese a haber establecido una Dirección de Defensa del manantial Silala, Bolivia declaró que se tomaría cerca de dos años en presentar una demanda formal ante el organismo de justicia internacional.

Justamente, y aludiendo a la "incertidumbre jurídica" que produciría conocer en dos años más las aspiraciones bolivianas, Chile decidió dar el paso de demandar primero ante la CIJ. Así lo aseguró la agente designada para representar al país, Ximena Fuentes, después de presentarla ante el tribunal.

"Evo Morales, anuncia que nos va a demandar, y luego anuncia que dicha demanda demorará dos años en ser presentada, se traduce en una incertidumbre jurídica por un plazo de dos años en el que va a acusar a Chile de robar aguas del Silala", dijo Fuentes, puntualizando que la Corte podrá resolver la controversia "de manera más rápida que esperar dos años".

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