Los detalles de cómo se fraguó el despido de Darío Franco
El técnico, que aún no ha sido notificado, dirigirá mañana ante Unión Española su último partido. Los malos resultados sentenciaron su salida.
Los malos resultados en el inicio del segundo semestre, que se venían arrastrando del torneo anterior, y la escasa respuesta futbolística del equipo en la cancha, terminaron por ponerle fin a la etapa de Darío Franco al mando de Universidad de Chile.
La presión que ejerció en las últimas horas la mayoría de los directores de Azul Azul sobre José Yuraszeck, para apurar la salida del cordobés, surtió efecto. Ayer en la tarde se decidió rescindir su contrato, que vencía a fin de año.
La caída del domingo ante Ñublense terminó por sentenciar el futuro del argentino. La derrota en el sur, la segunda consecutiva en la Copa Chile, generó muchísimo enojo en la mayoría de los integrantes del directorio, que de inmediato comenzaron a sondear vía telefónica y a través de correos electrónicos la conveniencia de continuar con el DT a cargo del primer equipo.
Aunque este ejercicio ya había ocurrido en mayo, sin éxito, después de la dura caída frente a Universidad Católica, ahora coincidieron en que era el momento justo para tomar la decisión.
Por la mañana, tras el entrenamiento, Franco sostuvo una reunión en el gimnasio del CDA con seis referentes del plantel (Johnny Herrera, José Rojas, Osvaldo González, Gustavo Lorenzetti, Charles Aránguiz y Roberto Cereceda) para analizar la delicada situación por la que atraviesa el equipo. "Se habló de fútbol. Cada uno dijo lo que pensaba y en qué se debía mejorar. Coincidimos en que los errores eran puntuales más que tácticos", explicó uno de los que participaron en el diálogo. El arquero fue el que más habló. Le pidió a Franco que mantuviera convicción en su trabajo y que se sintiera con libertad para adoptar decisiones. No hubo reproches. Incluso, se rescató la actitud que el equipo mostró en Chillán.
Mientras, en las oficinas de los directores de la concesionaria ya se escribía el final de su etapa en la "U". Por la tarde, y luego de una serie de llamados entre los directores, se decidió que el transandino no seguirá en su cargo. Eso sí, todos coincidieron en que la medida sólo se haría oficial el miércoles por la tarde, después de la reunión de directorio prevista para el mediodía.
La cercanía de la definición de la Supercopa ante Unión Española, programada para mañana a las 20 horas, hacía imposible su despido, ya que nadie podría asumir en tan corto tiempo.
No obstante, anoche Yuraszeck desmintió la información en CNN Chile a través de un mensaje de texto.
Figueroa toma ventaja
Una vez tomada la decisión de acabar el proceso de Franco, el directorio se puso a trabajar en el reemplazante del cordobés. La ventaja la tiene Marco Antonio Figueroa, recientemente desvinculado de Cobreloa.
El "Fantasma" es el que genera más consenso dentro de Azul Azul, más allá de su fuerte carácter. De hecho, desde hace varios meses, Yuraszeck, Federico Valdés y Carlos Heller, los principales directores de la concesionaria, son sus principales respaldos.
Además, existe un antecedente que hace pensar que su arribo es inminente. En mayo, cuando ya se discutía la continuidad de Franco, el "Fantasma" recibió, primero, un llamado de Heller y luego uno del propio Yuraszeck, para saber si estaba dispuesto a asumir el cargo si el cordobés no continuaba.
"En ese momento se pensó que Franco iba a renunciar. Es más, Marco Antonio habló de las condiciones económicas con ambos dirigentes, pero todo quedó ahí, porque finalmente siguió en su cargo", señaló un testigo de las conversaciones, quien entregó un detalle relevante sobre la poca confianza que existía en el cordobés: "Aunque lo ratificaron, ya lo iban a poner a prueba en los partidos de la Copa Chile. A Figueroa se lo advirtieron. Y terminó ocurriendo tal cual".
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