Los detalles de la jugada maestra de Hortifrut
Es la transacción más grande en el área agroindustrial en Chile y Perú. La fusión de Hortifrut y el principal productor de arándanos de ese país busca transformar a la chilena en una plataforma para abastecer los 365 días del año de berries al mercado mundial. Para eso, el Grupo Rocío era clave.
Abastecer todos los días de berries al mundo es el anhelo de las familias Moller, Elberg, Swett, Novión y Del Río, dueñas de Hortifrut. Sueño que ahora podría estar más cerca de concretarse y que se lograría de la mano del mayor exportador de arándanos del Perú. Se trata del Grupo Rocío, fundado por Rafael Quevedo, principal jugador avícola, ganadero y lácteo de ese país y con más de 50 años de trayectoria.
En la actualidad, el holding es comandado por Ulises Quevedo, quien tuvo un rol clave en el pacto que el pasado miércoles Víctor Moller, presidente de Hortifrut, anunció al mercado. Se trata de la suscripción de un memorándum de entendimiento con las peruanas Tal S.A. y El Rocío, para la compraventa y fusión de su negocio de arándanos.
Para eso, la chilena se comprometió a pagarle a la firma US$ 160 millones en efectivo. Además, se pactó que los peruanos se quedaran con el 17% de Hortifrut y se estableció que ellos tendrían derecho a un pago contingente equivalente al exceso después de impuestos sobre US$ 281 millones de flujo neto operacional acumulado en un periodo de cinco años, descontando la inversión de capital y mantención.
El rol de Algeciras
Las conversaciones entre las partes comenzaron hace unos meses. Y fue Perú el país donde se realizaron las negociaciones, cuya articulación y liderazgo estuvieron en manos de Algeciras, el holding que Eduardo Elberg -el ex controlador de los supermercados Santa Isabel- lidera en Chile y en Perú, destaca un conocedor de las tratativas.
También participaron en las conversaciones el vicepresidente de Hortifrut y gerente general de Algeciras, Andrés Solari, Nicolás Moller y Ricardo Larraín, ejecutivo de la firma.
Las conversaciones se generaron en un ambiente cordial, dada la cercanía que existía entre las familias. Sobre todo con los Elberg y Del Río, puesto que fue este grupo el primeros que se unió con la familia Quevedo.
La relación comenzó a mediados de 2011. En esa fecha, Tal S.A. junto con VitalBerry decidieron comercializar y premadurar juntos paltas en Estados Unidos. En ese momento, además, comenzaron a analizar sinergias con el incipiente negocio de arándanos que comenzaba a desarrollar el Grupo Rocío en Trujillo, al norte de Perú.
La relación se fue estrechando con el resto de las familias chilenas cuando Hortifrut se fusionó con VitalBerry el año 2013, operación que ayudó a que al año siguiente Hortifrut y Tal S.A. crearan un joint venture para operar en partes iguales Hortifrut Tal SAC.
Con esta operación, Hortifrut ingresó al mercado peruano, destaca la firma en su Memoria 2016, importante hecho para la chilena, pues "junto a sus socios, Hortifrut es número uno en ventas de arándanos y número dos de berries a nivel mundial", señala el documento.
Pero pese a ese acercamiento, los chilenos seguían mirando de cerca al Grupo Rocío, quienes en aquella época se encontraban desarrollando en paralelo un proyecto de producción de arándanos de más de 1.000 hectáreas de manera independiente.
"La verdad es que siempre pensaron que en un futuro los proyectos podrían unirse. Y tras cuatro años de trabajo conjunto y después de conocer muy bien el negocio en Perú, su potencial futuro y las capacidades de su equipo humano, acordaron la nueva integración", relata un ejecutivo que conoce detalles de la operación.
El pacto está condicionado a la realización de un due diligence, proceso que según las estimaciones de la firma, liderada por Moller, debería concretarse en el segundo trimestre de 2018.
Plataforma global
"Esta inversión nos llena de orgullo (…), nos consolida como una plataforma global líder y de enorme solidez las 52 semanas del año", indicó Víctor Moller cuando anunció el acuerdo al mercado. Es que la estrategia de crecimiento de la firma busca efectivamente esto, ser una plataforma que junte a los mejores productores de arándanos del mundo con los mejores clientes y mantenerlos constantemente con productos frescos.
"Es como un Uber del mercado agrícola. Junta las mejores ofertas de las dos partes: productores y clientes", ejemplifica un cercano a Hortifrut.
Añade que por esa razón, el mercado respondió tan bien al acuerdo con el holding peruano. "Las empresas que son plataformas son las más valoradas por el mercado", destaca.
Y la respuesta favorable no demoró en llegar, pues tras la noticia, las acciones de Hortifrut se dispararon más de 7% en la Bolsa de Comercio de Santiago, cerrando el viernes en $ 1.880 por acción, con un alza diaria de 4,44%. En el año, los papeles de la firma acumulan un alza de 54,17%, con una capitalización bursátil de US$ 1.302 millones.
Invernadero a cielo abierto
Para poder abastecer al mercado 52 semanas seguidas, Perú es vital, indican conocedores del mercado peruano, pues en este país la temporada de cosechas agrícolas es más extensa, se realiza entre agosto y diciembre, lo que permite que Hortifrut pueda llenar las ventanas vacías de producción que afectaban la continuidad del abastecimiento.
"Con esto se podrá seguir a los clientes a todos los lugares donde ellos puedan crecer", indica un cercano al acuerdo con el Grupo Rocío.
Otro beneficio del pacto con la familia Quevedo es que en Perú la mejor zona para la producción de arándanos es la provincia de Libertad, donde se encuentra Trujillo, la tercera mayor ciudad de Perú y donde los chilenos y peruanos tienen plantaciones.
"Es un invernadero a cielo abierto", indica un ejecutivo del rubro. Esto, relata, porque la zona es desértica, pero tiene una buena calidad de agua, la que, además, llega a precios mucho más convenientes que en otras zonas de la región, añade la fuente.
Otro empresario que conoce el mercado peruano indica que ese país "tiene ventajas competitivas importantes para producir arándanos de gran calidad a bajo costo prácticamente todo el año". Añade que si bien aún existen varios desafíos que superar, "es muy probable que Perú se transforme en uno de los principales exportadores de arándanos en los próximos cinco años".
Este favorable crecimiento es destacado en la prensa peruana. En abril pasado, el diario Gestión publicó que Perú estaba desplazando a importantes proveedores de arándanos en el mercado estadounidense, superando incluso a países como Argentina, Chile y México.
Mercado asiático
Pero Hortifrut y los peruanos también conquistaron China. A inicios de este año llegó el primer envío comercial de arándanos al país asiático, compuesto por 20 pallets (donde caben 120 cajas por pallet) y según explicó el propio Ulises Quevedo al medio local Portal Frutícola, 10 pallets de arándanos eran de Tal S.A. y el resto de Hortifrut Tal.
Pero la chilena tiene un plan mayor en China. En marzo pasado anunció un joint venture con Joy Wing Mau, principal productor y distribuidor de fruta en ese país, acuerdo que le permite comenzar la plantación de berries en China Continental a inicios de 2018.
"Asia y Europa serán pilares de crecimiento importante para esta industria, porque todavía el consumo per cápita es muy bajo", señala un ejecutivo del mercado.
Hortifrut, por su lado, también está sumando nuevos socios y plantaciones en Estados Unidos, España, Marruecos y México, que junto con los avances en Perú y China permitirá a la compañía alcanzar las 100 mil toneladas de producción en los próximos años, indican en la firma chilena.
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