Los ganadores y perdedores del cambio de gabinete: Expertos analizan el "segundo tiempo" de Bachelet
Gonzalo Muller y Kenneth Bunker destacaron sello de "diálogo" que han buscado instalar los nuevos ministros. Gonzalo Martner aseguera que la lealtad del PS no está en cuestión por tener menos ministros.
Luego de un año, 2 meses y 26 días, la Presidenta Michelle Bachelet realizó una completa reestructuración de su gabinete, el que estuvo marcado por la salida de figuras clave en la campaña presidencial: Rodrigo Peñailillo, Alberto Arenas y Álvaro Elizalde.
Por otro lado, la llegada de Jorge Burgos a Interior ha sido vista como el inicio de una nueva etapa, con énfasis en el diálogo político. "A mi no me gustan las retroexcavadoras, porque andan para atrás, y creo que este país necesita ir para adelante", dijo el nuevo jefe de gabiente.
¿Quiénes son los ganadores y perdedores tras el ajuste ministerial?, ¿cuáles serán los ejes que marcarán el denominado "segundo tiempo de la administración bacheletista?.
Para analizar estos y otros temas conversamos con tres analistas: Gonzalo Martner, ex presidente del PS y ex funcionario de gobierno de las administraciones de Ricardo Lagos y el primer gobierno de Bachelet y miembro de Chile 21; Kenneth Bunker, director de Tresquintos, candidato a doctor (PhD.) en Ciencia Política de la London School of Economics (Reino Unido); y Gonzalo Muller, cientista Político y académico de la UDD.
LOS ERRORES QUE SACARON A PEÑAILILLO DEL GABINETE
Los analistas coinciden en que el cambio de gabinete se había venido postergando desde hace mucho tiempo. Con todo, destaca Martner, "la Presidenta decidió retomar la iniciativa en el plano político y económico, y eso habla bien de su capacidad para tomar decisiones. Y al mismo tiempo, desprenderse de colaboradores muy cercanos en la campaña y de 10 años en el caso de Rodrigo Peñailillo".
Para el académico de la UDD Gonzalo Muller, "lo que presenciamos ayer fue un duro mea culpa de la propia Presidenta, descabeza a su equipo político y económico y es el fin del diseño original del gabinete, un gabinete muy íntimo. Pero son los resultados de estos 14 meses que terminan sacando a ese diseño e incorporando a un gabinete más político. El mejor ejemplo de esto es la salida de Peñailillo y el ingreso de Burgos".
Sobre la salida de Arenas, Muller recuerda que el año pasado el entonces jefe de hacienda "emitió una frase que dijo ' júzguenme por los resultados' y lo que hizo la Presidenta fue juzgarlo por los resultados y terminó siendo el primer ministro de Hacienda que salía desde el retorno a la democracia".
Kenneth Bunker, por su parte, sostiene que son los resultados y no el origen el ministro Peñailillo el que termina por sellar su salida.
"Este cambio se tendría que haber hecho mucho antes, el equipo político tendría que haberse dado cuenta que el impacto político del caso Penta iba a ser así de fuerte. Luego vino el problema de Caval y luego se rebasó el vaso con lo de SQM y Martelli. El problema fue de Peñailillo, quien no logró explicarse bien, o manejarse bien. El reaccionó muy mal, creo que la agenda de probidad nunca la pudo tomar bien. El sale por malos resultados, el tema de las críticas de la élite es secundario", sostiene.
¿GANADORES?: EL DIÁLOGO Y LA MODERACIÓN
A la hora de hablar de ganadores y perdedores de este cambio de gabinete, Kenneth Bunker sostiene que "se hablado bastante del partido del poder, de las personas que llegan a poner más estabilidad dentro de sus partidos, que buscan un poco de calma en la forma como se legisla. Las facciones más moderadas de los partidos de la Nueva Mayoría".
El analista sostiene que será un ganador aquel ministro "busque hablar con las distintas facciones del poder legislativo, de ir a negociar. Uno de los problemas que hubo con el primer gabinete es que no se buscó un diálogo al nivel que se acostumbraba en el pasado. Los ministros ganadores van a ser aquellos que tengan mayor capacidad de negociación para buscar acuerdos".
Esta tendencia -dice el cientista político- puede verse en los nuevos jefes de gabiente, Jorge Burgos, y en el titular de Hacienda Rodrigo Valdés.
Para Mulller, hablar de "un ganador es muy temprano, pero obviamente tenemos un ministro de Interior muy empoderado. El ha hablado de un giro, de un mayor diálogo, él ha marcado el tono de esta segunda etapa de gobierno".
El cientista político destaca que ayer Burgos haya planteado "dos palabras que parecían desterradas en la moneda: Acuerdos y diálogo. En la medida que se recuperen esas palabras para bien de los que quieren avanzar en reformas que los identifiquen a todos, donde se incorporen distintas miradas. Yo creo que ese puede ser el gran cambio, el gran ganador de este cambio de gabinete: Un cambio de rumbo".
MULLER: "LAS FIGURAS DE ARENAS Y PEÑAILILLO VAN A SER ICÓNICAS DEL FRACASO"
Gonzalo Muller sostiene que "los perdedores son el equipo político y el equipo económico. Las figuras de Rodrigo Peñailillo y Alberto Arenas van a ser icónicas del fracaso de estos 14 meses en términos de una mirada un poco soberbia apoyada por una mayoría que ellos entendían como estructural y terminó siendo circunstancial".
"El desgaste acelerado del gabinete no fue por el caso Caval, fue por la reforma tributaria, la reforma educacional. Un equipo que terminó desgastado el año y tuvo un veranito en enero", agregó.
Gonzalo Martner prefiere no hablar de ganadores ni perdedores: "No hay un clivaje entre moderación versus radicalidad, o como planteó ayer Peñailillo de gente del sur y humilde versus la élite. El clivaje va entre mayor igualdad versus desigualdad".
En este contexto, el ex timonel PS señala que hay ministros "que sirven para ese propósito y ministros que no sirven para ese propósito, todo lo demás me parece anecdótico".
PS PIERDE MIEMBROS EN EL GABINETE: ¿ES UNA DERROTA?
Una de las cifras que dejó el cambio de gabienete fue la disminución de 5 a 3 de los ministros militantes del PS. Consultado sobre si esto es una derrota para el partido, el ex timonel Gonzalo Martner señala:
"Hay una señal, una manifestación de voluntad hacia la DC, que toma la conducción del gabinete. Eso tiene un sentido. El PPD pierde el cargo principal, pero mantiene el número de ministros. Cuando otros suben, alguien baja, y en este caso fue el partido de la Presidenta. Pero la Presidenta sabe que su partido no va a poner en cuestión su lealtad por tener cinco o tres ministros", dice.
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