Los otros focos de riesgo en el mundo tras la sorpresa de Dubai

Europa emergente es la zona del mundo con mayores amenazas de nuevos descalabros financieros. También inquietan Grecia y Argentina.




El viernes, los mercados volvieron a una relativa calma tras el golpe inicial que significó la noticia de default de Dubai World, holding que reúne el 75% de los pasivos de ese emirato.

Pero el caso de Dubai ha sido un potente recordatorio de que, a más de un año de desatarse la mayor crisis financiera en 70 años, la confianza y solidez de los mercados aún son frágiles. Aunque todo indica que el caso de Dubai no tendría mayores repercusiones sistémicas, la pregunta hoy es dónde están otros posibles "Dubai". Hay una docena de países, la mayoría en Europa emergente, donde se ubican los principales riesgos de nuevos descalabros financieros; algunos, con el potencial de generar contagios regionales.

Uno de los instrumentos que tienen los inversionistas para identificar polvorines financieros en el mundo son los credit default swaps (CDS), o seguros contra cesación de pagos. Los CDS permiten saber cuánto exige pagar el mercado para asegurar el riesgo de default de un bono, y se mide como puntos base sobre el valor de ese instrumento. Por ejemplo, el viernes los CDS de Chile cerraron en 73 puntos base, lo cual implica que por cada US$1 millón en bonos de Chile un inversionista debe pagar un 0,73% o US$7.300, para quedar protegido.

En el caso de Argentina, Venezuela y Ucrania, asegurar US$1 millón cuesta más de US$100.000.


CAMPOS MINADOS
De entre los 13 mercados más riesgosos según los CDS (más el rating de clasificación de deuda), seis son de Europa emergente: Ucrania, Islandia, Hungría, Turquía, Rumania y Letonia.

Esta región ha sido la más afectada por la crisis, con una caída del PIB de 7% en promedio este año. El flujo de capitales ha caído dramáticamente, desde US$ 446.000 millones en 2007 a US$ 20.000 millones en 2009, según Institute for International Finance.

En especial, las presiones están puestas en Turquía, Hungría, Letonia y Rumania. Los tres últimos han recibido cerca de la mitad de la asistencia provista en este período por el FMI.

En Turquía se espera que la economía se contraiga 5,7% este año, lo cual sería el peor desempeño desde la crisis de 2001. La mayor parte de los riesgos en este país están en las cuentas fiscales y en la dependencia del financiamiento externo, en momentos en que el flujo de crédito permanece paralizado. Estas necesidades ascienden al 135% de los ingresos por cuenta corriente más reservas internacionales, mientras que el déficit fiscal este año cerrará en 6,5% del PIB. Un acuerdo de asistencia del FMI es improbable, lo que pone nervioso al mercado.

Peor es el panorama para Hungría, "país que experimenta las mayores dificultades de la región", según la EIU. La enorme deuda externa del Fisco (84% del PIB) la hace vulnerable a la pérdida de confianza de los inversionistas, y aunque ha recibido dinero del FMI y del Banco Central Europeo, el mercado teme una fuerte caída de su moneda, lo cual haría aún más oneroso el servicio de esos pasivos.

En Letonia, el riesgo cambiario también es importante. El país posee un régimen de convertibilidad que se ve muy vulnerable. Los inversionistas temen una devaluación a la usanza de Argentina en 2001, causando a su vez un default de esa nación.

Rumania carga con un déficit en cuenta corriente de 12,4% del PIB y necesidades de financiamiento este año equivalentes al 36% del PIB (como si Chile debiese amortizar una suma de US$ 60.000 millones en un solo año).


OTROS RIESGOS
El costo de asegurar un bono venezolano contra default es 16 veces superior al precio por protección al de Chile. El temor de los inversionistas en ese mercado, además del político, se debe al reciente deterioro de las cuentas fiscales: hacia mitad de año, la expansión nominal del gasto fiscal era de 16%, mientras los ingresos caían 14,8%. Dada la agenda de refinanciamientos local, aquello también causa nerviosismo en el mercado.

Una de las víctimas de la crisis asiática de hace 12 años, Indonesia, luce más sólida esta vez, pero con una clasificación de riesgo pobre, a sólo un notch del peor nivel de riesgo crediticio. Las aprensiones en esta plaza tienen que ver con el compromiso de un nuevo gobierno con la sustentabilidad de las arcas públicas y con la posible formación de una burbuja de precios de activos, por la abundancia de dólares baratos, y al regreso de los llamados "capitales golondrina".

Entre las nuevas preocupaciones también figura Grecia. En ese mercado, el déficit fiscal asciende a 5,9% y la deuda externa, a un 108% del PIB. Consiguientemente, esta semana los CDS de Grecia cerraron tres veces más caros que los de Chile, mientras que los contratos de estos seguros alcanzaron un valor de US$56.500 millones, contra US$35.600 millones de hace un año; demanda que refleja el temor de los inversionistas.

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