Los positivos resultados del trabajo de Dunga al mando de Brasil
El "Scratch" superó a Argentina y probó que seguirá siendo un rival complicado en la Copa América de Chile 2015.
El 2 de julio de 2010 marcó el fin de la era de Dunga como entrenador de la selección brasileña. Sus pupilos cayeron por 2-1 ante Holanda en los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica y eso causó su dimisión, pese a que en ese período conquistó la Copa América de 2007 y la Confederaciones de 2009. Pero el fútbol da revanchas y el ex volante tuvo una nueva oportunidad. El 22 de julio del presente año fue presentado como el reemplazante de Luiz Felipe Scolari y ahora su trabajo comienza a tener sus primeros resultados.
El sábado, su equipo se impuso con categoría por 2-0 en el clásico de Sudamérica sobre Argentina en el Estadio Nacional de Beijing. Logrando un resultado que levanta a su equipo luego del fracaso consumado en la Copa del Mundo que se disputó en su país, en donde quedó eliminado tras la dolorosa derrota por 1-7 ante Alemania en semifinales.
En el choque ante los transandinos, la "canarinha" mostró un juego distinto al pobre nivel que tuvo en el Mundial. Las dudas defensivas, los problemas de definición y la poca construcción de juego del mediocampo, al parecer quedaron en el pasado. Brasil mostró un juego más equilibrado, en donde primero se afirmó en el bloque posterior y luego armó un juego vertiginoso en la búsqueda del gol.
Uno de los cambios que experimentó el equipo brasileño con la llegada de Dunga fue el reordenamiento del bloque defensivo. En la portería, el campeón mundial de 1994 se decidió por la titularidad de Jefferson, arquero de Botafogo, en reemplazo del experimentado Julio César. El nuevo guardián del arco "verdeamarelo" cumplió y ante los transandinos demostró una gran seguridad. Atajó un penal a Lionel Messi a los 41 minutos y se las arregló para dejar el Estadio Nacional de Beijing sin recibir ninguna anotación.
Dunga también cambió la retaguardia. Dejó fuera de la convocatoria a jugadores emblemáticos como Thiago Silva, Daniel Alves y Marcelo, el único zaguero que sobrevivió de la formación titular del Mundial fue David Luiz. Mientras que la solidez en la zaga la entregaron Danilo, Miranda y Filipe Luis.
En el mediocampo, no hubo muchos cambios en cuanto a los jugadores titulares, pero si en la dinámica. Luiz Gustavo, Elías, William y Oscar mostraron dinamismo para defender y contragolpear de forma veloz. La principal novedad fue la nominación de Kaká, quien llegó a aportar con su trayectoria y talento al camarín brasileño luego de estar por más de un año fuera de las convocatorias. Esa experiencia no estuvo presente en la pasada Copa del Mundo y Dunga pretende sumarla con la participación del volante de Sao Paulo y del delantero Robinho.
Mientras que en delantera, el estratega le entregó la responsabilidad a Neymar de que se convierta en el emblema del equipo. El DT señaló que el ariete de Barcelona todavía no demostraba ser un "crack", ya que para eso debe ganar una Copa del Mundo. Al parecer, el atacante aceptó el reto y está mostrando un nivel que permite que su juego ayude al plantel a sacar adelante partidos difíciles.
Por último, en el centro del ataque, el adiestrador dispuso del ingreso de Diego Tardelli, quien llegó a ocupar la plaza del cuestionado Fred y del poco efectivo Hulk. El goleador de Atlético Mineiro respondió con creces a la confianza de Dunga y marcó los dos tantos en la victoria sobre Argentina. Por ese motivo, los brasileños comienzan a entusiasmarse con su equipo de cara a la Copa América que se disputará en Chile el próximo año.
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