Los sastres de la famosa Savile Row quieren proteger su marca




Los discretos sastres de la Savile Row londinense, que llevan dos siglos y medio vistiendo a reyes, aristócratas, ricos y famosos, quieren proteger su marca frente a la competencia desleal de un número creciente de intrusos.

Después de que una serie de imitadores se metieran en lo que consideran su terreno, los tan cotizados como puntillosos profesionales optaron por poner una etiqueta a sus trajes que los distinga de los de otros fabricantes que utilizan el nombre de esa famosa calle aunque confeccionan parte de las prendas en el extranjero.

Incluso estudian la posibilidad de solicitar la protección de las denominaciones de origen controladas, como el vino de Rioja, el jamón de Parma o el queso Camembert, reservada a productos selectos que se elaboran desde el principio hasta el final en un solo lugar.

Es un cambio radical por parte de unos profesionales que consideraban hasta ahora una muestra de poco elegante ostentación destacar el nombre del sastre en sus acabados productos, tal vez por aquello de que el buen paño en el arca se vende.

Su indignación subió de grado después de que el organismo regulador de la publicidad en el Reino Unido permitiese a un sastre ubicado en esa famosa calle del barrio de Mayfair denominar como "bespoke" (a medida desde comienzo hasta el final) a los trajes que vendía a precios muy por debajo de los que habituales.

Anda Rowland, uno de los cinco miembros de la Savile Row Bespoke Association, que defiende los intereses de la industria, afirma hoy en el vespertino "Evening Standard" que se hacía necesario un sello de garantía para educar a los nuevos clientes, muchos de los cuales no saben lo que distingue realmente a un traje de Savile Row de cualquier imitación.

Cada año se hacen en torno a 7.000 trajes de acuerdo con los estándares de calidad de Savile Row, que exigen unas cincuenta horas de trabajo totalmente manual, lo que explica su carestía: algunos trajes pueden superar los 3.000 euros.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.