Mahmoud Abbas dice que la construcción de casas en Jerusalén Este es un "duro golpe"

Pese a ello, el mandatario palestino seguirá con el diálogo indirecto con Israel.




El Presidente palestino, Mahmoud Abbas, afirmó hoy que el plan israelí para construir 1.600 casas en Jerusalén Este "sabotea la confianza" en las negociaciones para reanudar el diálogo con Israel, pero que pese a ello seguirá "comprometido" con las negociaciones de paz.

"La continuidad de las actividades en los asentamientos amenaza las negociaciones y pedimos que sean canceladas", dijo Abbas en Ramallah tras un encuentro con el vicepresidente estadounidense, Joe Biden.

El ministro de Interior israelí, Eli Yishai, aprobó ayer un plan urbanístico para la construcción de 1.600 casas en Jerusalén Este, zona de la ciudad bajo el mando de Israel desde 1967 y prevista por el gobierno palestino como la capital de su futuro Estado.

Recientemente israelíes y palestinos habían dado su visto bueno al enviado especial estadounidense, George Mitchell, para poner fin a 15 meses de interrupción del proceso de paz y comenzar un "diálogo indirecto", que podría llevar en unos meses a conversaciones cara a cara.

El plan fue calificado por Abbas de "duro golpe" a las negociaciones de paz, pero el Presidente palestino "reafirmó" su "compromiso con una paz integral y permanente que lleve al fin de la ocupación de 1967", dijo Abbas, quien además llamó a Israel a "no perder la oportunidad de alcanzar un pacto de paz basado en dos Estados".

Siguiendo esa línea, Biden respondió con la "inmediata condena" al plan israelí, que, según dijo, "socava la confianza y la fe" de los palestinos en las nuevas negociaciones. "Debemos empezar a construir negociaciones provechosas", dijo Biden.

El vicepresidente estadounidense apoyó además los esfuerzos palestinos para la construcción de sus propias instituciones y de desarrollo de la economía del Estado. También elogió el plan del primer ministro, Salam Fayyad, de construir un Estado palestino en un plazo de dos años.

Fayyad, que se entrevistó previamente con Biden, afirmó que el plan israelí causa "claros daños" al inicio del diálogo indirecto. "Definitivamente (el plan) mina la confianza en las posibilidades de paz", dijo Fayyad, añadiendo que el nuevo paso de Israel convierte "los esfuerzos de Estados Unidos para reanudar un proceso político" de paz en "un gran reto".

EL ANUNCIO Y LA VISITA DE BIDEN

El plan, sorprendió a última hora de la tarde de ayer cuando Biden concluía una intensa jornada de encuentros con el Presidente israelí, Shimon Peres, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, lo que despertó la airada condena del mandatario norteamericano.

"El contenido y el momento del anuncio, particularmente tras el lanzamiento de las conversaciones (con el gobierno palestino), es precisamente el tipo de medida que socava la confianza que necesitamos ahora y contradice las discusiones constructivas que he escuchado en Israel", dijo Biden este martes llamando a crear un clima "que favorezca las negociaciones, no que las complique".

El ministro de Interior israelí, Eli Yishai, se disculpó hoy afirmando que no tenía "ningún interés en provocar a nadie (...) lo sentimos por la preocupación que hemos despertado, nunca tratamos de ofenderlo", dijo el ministro en referencia a Biden y la mediación diplomática de Estados Unidos.

Sin embargo, Yishai quiso "dejar claro" que Jerusalén Este nunca figuró en la moratoria de diez meses de Netanyahu y que, además, se trata de un plan que comenzó a ser trazado hace ya tres años.

Netanyahu aprobó en noviembre una paralización de los asentamientos judíos en Cisjordania para favorecer el diálogo con el gobierno palestino, que exigía el fin de las colonias, pero excluyó de la moratoria Jerusalén Este, los edificios públicos y las construcciones que respondían al crecimiento natural.

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