Manuel Cruzat sobre deuda total con CMR: "No me informaron oportunamente"

Declaró el 13 de agosto en querella por apropiación indebida interpuesta por CMR Falabella, que reclama US$40 millones.<br>




Que los ejecutivos de Miscuentas.com no le informaron oportunamente sobre la existencia de un saldo aproximado de $20.000 millones con CMR fue una de las afirmaciones del empresario Manuel Cruzat en la declaración prestada el 13 de agosto como imputado en la querella por apropiación indebida de fondos, presentada por la división financiera del holding Falabella contra ese portal de pagos por internet. En su calidad de presidente de Capitales, donde controla el 85% y que es la matriz de Miscuentas.com, fue citado a declarar por el fiscal Felipe Díaz.

Cruzat recordó que el portal fue lanzado en junio de 2000 y lo definió como una de las "compañías tecnológicas más revolucionarias creadas en Chile en la última década"; que llegó a tener 80 facturadores y 380 mil clientes, y que a marzo, 38 mil cuentas de Falabella (con un promedio de $174 mil) fueron pagadas a través de Miscuentas.

En la declaración, a la que tuvo acceso La Tercera, Cruzat detalló que el contrato entre Miscuentas.com y CMR se firmó el 10 de abril de 2006 y que intervinieron su hijo Nicolás Cruzat Valdés, como director ejecutivo, y Héctor Villanueva, entonces gerente. Este fue modificado el 8 de octubre de 2009, cambio que suscribió su otro hijo, José Luis Cruzat Valdés.

Junto con exponer cómo operaba el contrato, reconoció que "el monto depositado por Miscuentas no siempre coincidía con el total de la recaudación de un día específico, pero CMR siempre tuvo capacidad de efectuar la cuadratura entre los pagos realizados a través de Miscuentas y los depósitos recibidos". Agregó que la forma en que se llevó a la práctica el contrato de recaudación tuvo desde su origen un saldo dado por la diferencia entre el monto recaudado de clientes CMR y el depositado a esta empresa: "Se podían producir diferencias cada día, pero no se acumulaban en forma relevante".

El empresario añadió que si bien el saldo es creciente en el tiempo, también lo eran la recaudación y los depósitos. En 2011, el saldo acumulado de cuentas por pagar promedio equivalía a 60 días de recaudación y en marzo de 2012, cuando CMR suspendió la recaudación vía Miscuentas, el saldo acumulado era de $18.328 millones, equivalente a menos de 90 días de recaudación, dijo. "Este monto se produce ya que la mecánica del convenio permitía que se produjeran saldos. Ignoro el detalle de por qué se producía esta diferencia, ni tampoco yo intervenía en la operación diaria", planteó.

Admitió que "los dineros adeudados a CMR fueron utilizados en la operación de Capitales y Miscuentas. Los dineros para pagar a CMR quedaron dentro de Capitales S.A.; ignoro si pasaron desde cuentas bancarias de Miscuentas a Capitales. Esa pregunta pueden responderla Iván Rojas (también gerente de Finanzas de Curauma) y Eduardo Romo (gerente general de Miscuentas y de CB Corredores de Bolsa), a cargo de la administración del contrato". Tras detallar los contactos con CMR por el tema (ver recuadro), reiteró que la persona a cargo de la operación diaria del contrato era Iván Rojas, quien "administraba las finanzas y tomaba las decisiones de qué hacer con el dinero de Miscuentas. Las claves para manejar las cuentas corrientes, las facultades para intervenir en ellas y los movimientos financieros eran responsabilidad de Iván Rojas y Eduardo Romo, quienes tenían a su cargo el manejo y control financiero de las empresas del grupo CB. Ellos no me informaron oportunamente acerca de la existencia de un saldo de $20.000 millones con CMR; sólo mantenía información de los $14.000 millones o $15.000 millones de los prebalances".

Cruzat conocía los márgenes de 2008 a 2010 en las reuniones mensuales de finanzas: "Hasta mediados de 2011 era de 0,8 meses, 24 días corridos de retraso, sin perjuicio de que nunca me informaron la magnitud del problema que teníamos en noviembre de 2011, como tampoco conocí el saldo hasta abril de 2012". Sostuvo que la cuenta de Falabella no era un tema puntual a tratar en las reuniones de finanzas del grupo.

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