Marcelo Schilling: "La dinámica de facciones tiene al PS en esta crisis, hay que disolverlas"

El líder de los diputados socialistas dice que renuncias de Rossi y Díaz a la directiva desnudaron una crisis mayor.




A primera hora del miércoles y en medio del conflicto por las renuncias a la mesa directiva del PS del secretario general, Fulvio Rossi, y del vicepresidente Marcelo Díaz, el jefe de la bancada de diputados socialistas, Marcelo Schilling, conversó en los pasillos del Congreso con el timonel Osvaldo Andrade. Lo invitó a dar explicaciones formales ante la bancada el próximo martes, para abrir el debate sobre lo que él considera una crisis mayor del PS.

En entrevista con La Tercera va más allá y dice que la génesis del conflicto es la subsistencia de las llamadas "corrientes internas" del PS.

¿Comparte que las renuncias de Rossi y Díaz desnudan una crisis mayor dentro del PS?

El PS viene sometido a una tensión que se traduce en una especie de crisis prolongada desde mucho antes. Esto que ha ocurrido agrava las cosas. Hay una tendencia y la manera de terminarla es hacer una definición política compartida, entusiastamente, hacer un nuevo pacto en lo que se refiere al trato entre los socialistas.

¿Hasta dónde resiste la disputa entre las distintas tendencias?

Le han restado todo espacio a la participación más amplia de los socialistas y no sólo le han restado espacios de participación, sino de decisión. Y al ser sustituidas las estructuras regulares e institucionales del partido por la actividad de estas verdaderas facciones, la cáscara queda vacía.

¿Y cómo se resuelve eso?

La dinámica de facciones tiene al PS en esta crisis, entonces lo que hay que hacer es disolverlas. Los estatutos del PS las autorizan a existir para eventos eleccionarios o congresos. Pero éstas existen permanentemente y eso no es posible. Esto lo planteé en el sector de la renovación socialista y fuimos derrotados por el propio Rossi que las defendió y ahora las ataca. También le mandé una carta privada al presidente del PS, y no pasó nada.

¿Cómo abordar una discusión de este tipo si la preocupación mayor hoy pareciera ser ordenar a la oposición con miras a las elecciones?

Hay que ser capaces de construir una propuesta que cautive la imaginación del pueblo socialista. Y está bien, Michelle Bachelet sin duda tiene encantados a los socialistas y a una gran mayoría de los chilenos, pero todos los mortales somos efímeros, entonces si usted quiere que las ideas socialistas intervengan en la historia de Chile y cambie su curso, hay que trascender las coyunturas.

La directiva ha planteado que no hay espacio para distraer la tarea de preparar una base de apoyo para Bachelet...

Esa es una visión equivocada, está bien promover y proteger la figura de la ex Presidenta Bachelet como la carta de triunfo que le permita al pueblo de Chile deshacer luego el estropicio que se ha hecho con la elección de la derecha, pero no vamos a volver para dejar las cosas como están.

¿Cuánto afecta esta crisis del PS el liderazgo de Bachelet?

Siendo el PS su principal soporte, tal vez el más incondicional y leal, sin duda es un problema que afecta su candidatura. Yo creo que la Presidenta Bachelet siempre ha sido una militante y ha asumido todas las tareas que el partido le ha propuesto, e incluso aquellas más riesgosas como las de después de la dictadura. Volver a postular también es una empresa riesgosa, y ella tiene derecho a preguntar si las tropas tienen la moral en alto.

¿Y qué le contestaría usted?

Yo le diría que no está ni la moral en alto ni las tropas disciplinadas ni bien alimentadas. A lo mejor, bien alimentadas, pero más bien fofas.

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