Margaret Atwood: "No sabemos exactamente dónde estamos"
El Premio de los Libreros Alemanes corona un gran año de la autora canadiense. Una nueva edición de El cuento de la criada acaba de llegar al país.
Pensaba que la espiaban. Vivía en Berlín Occidental y un gran muro dividía a Alemania. Era la primavera de 1984 y la autora canadiense Margaret Atwood comenzó a redactar a mano una novela que llamó El cuento de la criada, que luego transcribió a una máquina arrendada.
Ese mismo año finalizó la beca que la llevó a Berlín y regresó a Canadá, donde nació en 1939. Al comienzo dudó si sus lectores se interesarían en su invención: una distopía donde EEUU, el país más poderoso del mundo, pasaba de ser una democracia liberal a una dictadura teocrática. En ella las mujeres son privadas de sus derechos y deben estar dispuestas para procrear.
La semana pasada, Margaret Atwood regresó a Alemania. Fue una de las figuras centrales de la Feria del Libro de Frankfurt. Además, la novelista y activista recibió el domingo, al cierre de la mayor feria comercial de libros del mundo, el prestigioso Premio de la Paz de los Libreros Alemanes.
"Es un raro tiempo histórico en el que el suelo bajo nuestros pies, que hasta hace poco parecía bastante estable, se tambalea, un poderoso viento sopla y no sabemos ya exactamente dónde estamos", dijo Atwood, quien recibió el galardón en una ceremonia en la Iglesia de San Pablo de Frankfurt, a la que asistieron representantes de la cultura y la política alemana. La autora se adjudicó la suma de 25 mil euros ($ 18 millones).
"Tampoco sabemos exactamente quiénes somos, a quién pertenece la cara en el espejo", agregó con sus poéticas palabras la narradora que obtuvo el Premio Booker 2000 por su novela El asesino ciego y el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2008 por el conjunto de su obra.
En estas últimas semanas su nombre volvió a estar entre los favoritos para obtener el Premio Nobel de Literatura. Finalmente la Academia Sueca optó por el autor británico Kazuo Ishiguro.
Sin embargo, ha sido un año de amplio reconocimiento para Margaret Atwood gracias a la nueva edición de El cuento de la criada, novela que volvió a la lista de bestseller tras la elección de Donald Trump y que se convirtió en una exitosa producción para TV. Considerada una de las mejores series de 2017, la saga protagonizada por Elisabeth Moss y emitida por HBO alcanzó cinco premios en la última entrega de los Emmy, incluyendo Mejor Serie Dramática. Tendrá segunda temporada el próximo año.
Margaret Atwood, "la profeta de la distopía" como la llamó The New Yorker, no dudó en asistir a la ceremonia de premiación de los Emmy, en Los Angeles, en septiembre. Tras ser anunciada por la conductora Oprah Winfrey, la escritora subió al escenario junto al director Bruce Miller a recoger la estatuilla, y fue ovacionada por el teatro.
"El control de las mujeres y sus descendientes ha sido la piedra de toque de todo régimen represivo de este planeta", escribe Atwood en un prólogo incluido en la nueva edición de El cuento de la criada, ahora disponible en Chile .
Amenazas diarias
A inicios de año, Margaret Atwood obtuvo el premio a la trayectoria del National Book Critics Circle de Estados Unidos. Durante la ceremonia de entrega, la escritora más conocida de Canadá comentó: "Estoy muy, muy feliz de estar aquí, porque me dejaron cruzar la frontera".
Comprometida con los derechos de las mujeres, Atwood recordó en Frankfurt que hasta hace muy poco, "apenas ayer", el mundo se llenaba de buenas intenciones. Hoy el panorama es otro. "Se viven tiempos de rabia y amenazas... Esa cripta se creía hasta ahora cerrada, pero alguien tenía las llaves y ha abierto la cámara prohibida", afirmó antes de preguntarse "qué monstruo saldrá ahora de allí". Y cuando quiso citar ejemplos de evolución negativa del mundo, la autora de El año del diluvio recordó la llegada de Trump a la Presidencia de EEUU. También se refirió a las elecciones en Alemania, donde un partido ultraderechista se situó como tercera fuerza parlamentaria.
"Cada país y cada persona tiene un yo noble, con el que le gustaría comportarse, otro yo cotidiano -con el que resuelve los problemas de la vida diaria- y un yo escondido y mucho menos virtuoso que en momentos de amenaza y rabia sale y puede hacer cosas indecibles", señaló la autora, quien se inscribe en una destacada lista de creadores que desde 1950 han recibido el Premio de la Paz. Entre ellos se encuentran Susan Sontag, Mario Vargas Llosa, Orhan Pamuk, David Grossman y Svetlana Aleksiévich.
En su discurso, para hablar de la actualidad, citó una fábula que recordaba su infancia en los bosques canadienses. "Es un momento en que los conejos en el campo elevan las orejas porque el cazador ha entrado en escena. Y entonces llega un lobo por el camino que les dice: 'Conejos, necesitan un fuerte líder, yo soy el adecuado'", dijo. "Yo les crearé, como por arte de magia, un mundo perfecto en el que los helados crecerán en los árboles, pero para ello primero tenemos que eliminar la sociedad civil y abandonar las reglas aceptadas", añadió en alusión a Trump.
El cuento acaba cuando los conejos, que por "miedo" siguen al lobo, se dan cuenta de que este quiere comérselos, pero "ya es demasiado tarde". A su juicio, el objetivo es "aparentemente hacer retroceder las manecillas del reloj, preferiblemente hasta el siglo XIX". Ante este panorama, dijo, los ciudadanos deben preguntarse "en qué mundo" quieren vivir.
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