Mariano Rajoy hace un llamado al diálogo ante el fuerte deseo independentista de Cataluña
A pesar de que el Tribunal Constitucional suspendiera provisionalmente el referendo fechado para el próximo 9 de noviembre, el presidente catalán, Artur Mas, recibió el apoyo de cerca de 800 alcaldes de ciudades catalanas para celebrar la consulta soberana.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, insistió en pedir a Cataluña someterse a la ley y dialogar en los márgenes que permite la constitución mientras que el presidente catalán, Artur Mas, recibió el respaldo de centenares de alcaldes en una reunión en Barcelona.
"Ley y diálogo, ésta es la salida a la situación (...) el diálogo es lo contrario de lo que he vivido en estos meses, de la imposición, del monólogo", dijo Rajoy en un acto en Guadalajara con miembros de su partido.
"Iniciar un diálogo ya es avanzar hacia un punto de encuentro y solo hay una condición, que se haga dentro del campo de juego donde cabemos todos, que es la ley", agregó.
Mientras tanto, en Barcelona, cerca de 800 alcaldes de ciudades catalanas respaldaron en una reunión la convocatoria de la consulta soberanista del 9 de noviembre.
"Nos ponen trampas por todas partes, nos ponen obstáculos, muros, rocas (...) todo para que tropecemos (...) Pero nuestro mensaje es muy claro: Por mucho que intenten frenar la voz del pueblo de Cataluña, no lo conseguirán", dijo Mas en el marco del acto en el que la inmensa mayoría de los municipios catalanes apoyaron la consulta.
El presidente catalán y los representantes de los grupos parlamentarios que apoyan la consulta han acordado seguir con la convocatoria del 9 de noviembre a pesar de que el Tribunal Constitucional, a petición del Gobierno de Madrid, la suspendió provisionalmente.
"Las leyes se pueden cambiar (...) pero no se violan y si alguien quiere cambiarlas, tiene que hacerlo por los procedimientos establecidos por la propia ley", dijo Rajoy el sábado.
Pese a que Mas, apoyado en un amplio respaldo parlamentario y en la calle, insiste en que quiere que los catalanes opinen en las urnas sobre su relación con España, los analistas creen que es poco probable que la convocatoria se celebre y que en su lugar podría convocar unas elecciones plebiscitarias en las que se prevé que salgan beneficiados los independentistas más radicales.
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