Martín Lasarte ya no es el mismo
El uruguayo pasó de intentar golpear a un hincha a disfrutar plenamente de su trabajo en la UC. Hoy sólo piensa en el título y se da tiempo de ir al cine.
¿Qué querés? ¡Querés que mate! Martín Lasarte dejaba tirada su maleta negra y se le iba encima a un hincha que lo increpó. "¡Esta es la UC y no se puede perder así!", le había gritado antes el fanático en el estacionamiento del estadio Santa Laura. El sentimiento era de rabia: Unión Española los acababa de golear 6-1 por Copa Chile (11 de octubre de 2012). Y si no fuera por la presencia de José María Buljubasich y un trío de guardias, el fuerte diálogo hubiese terminado en una riña entre el entrenador, que estaba desencajado, y un seguidor que buscaba respuestas.
De este hecho han pasado cuatro meses. Y marcó el irregular primer semestre del uruguayo en Universidad Católica, dónde no clasificó a los playoffs del Clausura, pero alcanzó las semifinales de la Copa Sudamericana.
Esa goleada frente a los hispanos lo dejó abatido, por lo que en el vestuario no atinó a decir ninguna palabra. En silencio, esperó que sus pupilos salieran en fila.
Ese fue el episodio más negro de su estadía en la UC. "El 2012 en Chile fue de seguro el año más complicado de su carrera", revela su asesor, José Miguel Muñoz.
Las críticas en los medios lo sindicaban como el responsable de los fracasos del equipo, los cuales opacaron el buen tranco internacional. Encima, una polémica entrevista radial, donde le dijeron que "vino a Chile a trabajar y no a pasear" lo dejó mucho más contrariado en medio de los problemas futbolísticos. "Fue duro. Lo pasó mal. No entendía que un sector de la prensa lo atacara. El problema fue que quisieron que tuviera éxito demasiado pronto", agrega el periodista.
El punto de quiebre
El mazazo que pegó Unión ocurrió en la antesala del fracaso en el torneo local y las fases finales de la Copa. Primero pasó Goianiense, luego Independiente y por último Sao Paulo. Pese al éxito copero, en la cabeza del DT no había nada claro, incluso con la dirigencia respaldándolo. De hecho, horas antes de jugar ante los paulistas, el propio "Machete" sembró dudas. "Veremos qué pasa. Es bueno que la directiva respalde, pero los contratos tienen dos partes. En cualquier momento, cualquiera puede terminarlo", afirmó.
La UC terminó igualando los dos partidos con los tricolores (1-1 y 0-0) y Lasarte se convenció de que tenía armas para seguir en Chile, pese a que la presión lo había alejado de su esposa, su dos hijos, el cine y de los viajes a la costa. Un hecho fue el encuentro con Michael Ríos. El volante quedó destrozado tras la eliminación y no subió al autobús. Era el único que faltaba y ni siquiera se había bañado. El DT lo fue a buscar, lo esperó y se fueron abrazados. Una demostración de que su equipo tenía espíritu ganador.
Finalmente ratificó su continuidad en San Carlos. Y a pesar de que estaba de vacaciones, a fines de noviembre viajó a España, donde vio 11 partidos en 12 días... recién ahí se fue a descansar a Montevideo.
"Un sicólogo"
"Ahora Martín está tranquilo. Los uruguayos no cambiamos tanto de la euforia al drama", afirma el agente del estratega, Flavio Perchman. Lo que sí, ahora Lasarte está más relajado. Se escapa al cine de vez en cuando, recibe a su familia cada dos semanas y se ha dado el lujo de rechazar cuatro ofertas desde el fútbol español. La última escuadra fue Xerez de la Segunda División, pero el Deportivo La Coruña, por ejemplo, dos veces ha intentado seducirlo para que dirija en la "liga de las estrellas".
Actualmente los cruzados son los líderes exclusivos del campeonato y sus cercanos atribuyen el alza a que el año pasado "hizo la práctica". De hecho, en la Real Sociedad el 2009 tomó un equipo contrariado, sufrió, pero terminó subiendo a Primera División. "Es una persona acostumbrada a preparar conjuntos bajo condiciones adversas. Se interioriza al máximo del club. Estudia y parece un sicólogo, pues fue futbolistas y sabe lo que ocurre en la mente de ellos", dice Muñoz.
Hoy el estratego de la UC está en plena construcción de la amistad con los hinchas. Cerró su cuenta de Twitter, pero es probable que la vuelva a abrir. Es de piel y quiere acercarse a los cruzados.
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