Más de 30 campesinos se han quitado la vida en India durante las últimas semanas por pérdida de cultivos
Este mes las inusuales lluvias han destrozado cerca de 200 mil hectáreas de siembra, generando temor entre los endeudados agricultores.
Más de una treintena de campesinos se han suicidado durante las tres últimas semanas en la región de Vidarbha, en el centro de la India, después de que fuertes tormentas arruinaran sus cultivos, informó hoy a Efe un grupo de defensa de los agricultores.
Las fuertes lluvias y granizos -inusuales en esta época en el estado de Maharashtra- destrozaron los cultivos, llevando a los campesinos al suicidio por no poder pagar sus préstamos, explicó Kishor Tiwari, del grupo activista Vidarbha Jan Andolan Samiti.
Los 32 suicidios contabilizados por esta entidad este mismo mes se produjeron en 28 distritos, en los que unas 200 mil hectáreas de cultivos y cerca de 30 millones de personas se vieron afectadas.
Tiwari indicó que las pérdidas alcanzaron los 200.000 millones de rupias (unos 2.353 millones de euros o 3.275 millones de dólares) en esta región. El activista indicó que mientras que las pérdidas para un campesino alcanzan las 100.000 rupias (unos 1.177 euros o 1.638 dólares), las ayudas del Gobierno solo llegan a las 4.000 (cerca de 47 euros o 65 dólares).
El jefe de Gobierno de Maharashtra, Prithviraj Chavan, en declaraciones recogidas por el diario Times of India, afirmó que el problema de los campesinos "será tenido en cuenta inmediatamente", consciente de la destrucción habida en el campo.
Chavan pidió a los afectados que no adopten decisiones "emocionales", en referencia a los suicidios y anunció una reunión urgente de su Gobierno para estudiar medidas de ayuda.
La región de Vidarbha es conocida en la India como "tierra de suicidios", en especial entre agricultores que no pueden hacer frente a los préstamos que piden para adquirir semillas y fertilizantes.
Si embargo, el problema de los suicidios en el país asiático no afecta solo a agricultores arruinados, sino también a soldados bajo presión, ancianos cansados de vivir o escolares marcados por la competitividad.
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