Michelle Obama: De discreta primera dama a figura esencial del círculo presidencial
Iniciativas como terminar con el consumo de la comida chatarra en los colegios y el uso masivo de las redes sociales, tienen a la primera dama como uno de las personas con mayor popularidad en EEUU. Hoy será una de las oradoras principales del primer día de la Convención Demócrata.
La primera dama, Michelle Obama (48), abogada de profesión, se ha convertido en una de las mujeres más admiradas de Estados Unidos, con un índice de popularidad que, un año después de su llegada a la Casa Blanca ya superaba el 70% de apoyo, superior al de su marido.
Durante su primer año en el gobierno, fue la anfitriona de más de un centenar de actos y evitó hablar sobre política. Defendió la candidatura olímpica de Chicago, se puso al lado de las familias de los militares, buscó el apoyo de las mujeres a la reforma sanitaria.
La primera dama tiene página de Facebook, y cuentas en redes sociales como Twitter y Pinterest, en las que ha compartido algunas fotos de juventud e instantáneas con su familia en la Casa Blanca, como si fueran una familia cualquiera.
Su marido la considera el pilar de la familia, el amor de su vida y la mujer firme que le ayuda a "no perder el norte" y a mantenerse con los pies en la tierra.
GIRO
Michelle ha logrado en tan sólo cuatro años pasar de tener un discreto papel como primera dama a conquistar el corazón de los estadounidenses y entrar de lleno en la campaña de reelección del presidente demócrata.
La carismática figura que dejó claro que aunque llegara a la Casa Blanca su familia continuaría siendo lo primero, se dirigirá a los miles de delegados reunidos en Charlotte (Carolina del Norte) esta noche durante la inauguración de la convención demócrata para dar esa otra visión de Barack, la de padre, amigo y esposo.
Nadie conoce mejor que ella al Presidente, tanto en lo personal como en lo político, indicó Ben LaBolt, vocero de la campaña demócrata, que adelantó que dará "una perspectiva personal sobre el liderazgo del Presidente y su determinación en tiempos de desafíos para el país".
Michelle Obama, que fue criticada en la campaña presidencial en 2008 por su aspecto de "mujer irascible" como dijo el comentarista conservador Bill O'Reilly, se ha ganado a la opinión pública manteniéndose al margen de polémicas y centrándose en causas como la lucha contra la obesidad.
SUS INICIOS
Nacida y criada en un barrio pobre en el sur de Chicago, sus padres la educaron para que pensara en lo posible y no en lo imposible, y la instaron a superarse y a adquirir la educación que ellos no pudieron tener.
Su madre, Marian, aportó el cariño y la disciplina necesarios para que sus hijos, a los que solo dejaba ver la televisión una hora al día, salieran adelante.
Mientras, su padre, Fraser Robinson, era un hombre de pocas palabras y mucha autoridad que madrugaba a diario para acudir a su trabajo en el departamento de servicios hidráulicos del municipio de Chicago pese a padecer esclerosis múltiple.
La joven Michelle se propuso no defraudarlo y su fuerza de voluntad la llevó a Princeton y Harvard, dos de las más prestigiosas universidades estadounidenses, donde estudió Sociología y Derecho y se involucró en actividades para aumentar la cuota de profesores y estudiantes de color. Su tesis doctoral trató sobre el racismo.
A su salida de Harvard se enroló en un prestigioso bufete de abogados de Chicago donde unos años más tarde conoció a Barack Obama, un tipo "realmente diferente" que "además de ser simpático y guapo, muestra un compromiso y una seriedad que uno no se encuentra a menudo", confesó haber pensado después de que el mandatario la invitara a un evento comunitario.
Michelle trabajó en el área de ley comercial y de derechos de propiedad intelectual, que abandonó en 1991 pese al generoso salario que recibía, después de que fallecieran ese año su padre y una de sus mejores amigas de Princeton.
Estos acontecimientos le hicieron replantear su vida y buscar su verdadera pasión, el trabajo social, por lo que emprendió una carrera en los servicios públicos como ayudante del alcalde de Chicago, Richard Daley, y luego como comisionada asistente de Planeamiento y Desarrollo para Chicago.
INICIATIVAS
En 1993 fundó Aliados Públicos, un programa para entrenar líderes patrocinado por AmeriCorps, del que fue directora ejecutiva. Gracias a él, Michelle ayudó a jóvenes a desarrollar sus facultades para ejercer carreras en el sector público.
En 1996 fue designada decana adjunta de servicios estudiantiles en la Universidad de Chicago, donde desarrolló el primer programa de servicio comunitario y posteriormente fue directora ejecutiva de asuntos exteriores y comunitarios, entre otros cargos públicos.
Michelle aceptó que su marido, Barack Obama, compitiera por la nominación a la candidatura presidencial demócrata, tras analizar los efectos que la campaña tendría en su familia.
Fiel a su idea de que sus hijas, Malia y Sasha, son su prioridad "número uno", la primera dama se ha volcado en iniciativas como "Let's move", en la que promueve el ejercicio y la vida saludable entre los jóvenes y con la que ha visitado escuelas en todo el país.
Es una persona espontánea y cariñosa que no duda en dar un abrazo a una profesora en una de esas visitas o en arrodillarse y ponerse a cavar en el huerto de la Casa Blanca con los niños que suelen visitar periódicamente la residencia presidencial para fomentar la alimentación saludable.
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