Ministro de Hacienda: "Aquí tenemos un tercer trimestre que será el más lento del año"
"Si me preguntan a mí cuándo fue el momento en que nos dimos cuenta de que este año tendríamos una cifra menor, fue cuando se conoció la cifra de crecimiento de junio", confiesa el ministro Arenas.
Después de la aprobación de la reforma tributaria, el miércoles pasado, el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, logró por un día tener su agenda un poco más despejada, ya que de inmediato, el viernes, se fue con la Presidenta Michelle Bachelet a Uruguay y a partir del lunes comenzará las maratónicas jornadas de elaboración del Presupuesto 2015 y la preparación de su exposición sobre el estado de la Hacienda Pública, que se realizará los primeros días de octubre. De hecho, en esta entrevista con La Tercera describe, detalladamente, el marco económico dentro del cual se están elaborando ambas iniciativas y que ya ha sido comentado tanto con la Mandataria como con el comité político que se reúne todos los lunes, en La Moneda.
El 13 de julio, usted señaló que, "dentro de los ruidos que han afectado las expectativas, también está el debate de la reforma tributaria", ¿con la reforma aprobada, ya no hay motivos para que las expectativas sigan a la baja?
Con la reforma aprobada el miércoles 10 de septiembre, por el Congreso Nacional, se cierra el debate tributario y los eventuales ruidos que éste pudo haber dejado.
¿Por qué?
Porque ahora tenemos reglas tributarias claras. Haber aprobado la reforma tributaria en poco más de cinco meses genera estabilidad y certidumbre para la toma de decisiones de los agentes económicos y los empresarios, lo que es una señal relevante en el actual contexto de economía desacelerada. Esta es una reforma tributaria que no es de todos los días -la última sustantiva fue hace 30 años- y la firma del protocolo de acuerdo en julio pasado le dio sustentabilidad a la aplicación de la reforma, más allá de esta administración; por tanto, creo que aquí ha habido un punto de inflexión en las expectativas con la aprobación del proyecto.
¿Tiene incorporado en su escenario de incertidumbre los hechos acontecidos esta semana, en materia de seguridad?
El gobierno ha sido enfático en señalar que no permitirá que hechos de violencia amenacen la normal convivencia del país. Chile es y seguirá siendo un país seguro para vivir, para invertir y para producir.
¿Estos actos de violencia no inciden en la estabilidad que requiere el país hoy?
Lamentablemente, en torno a estas fechas de septiembre solemos vivir manifestaciones de hechos que son absolutamente repudiables, pero eso no afecta la certeza interna y externa de que Chile es y seguirá siendo un país seguro.
¿Habrá un mayor énfasis presupuestario para todos los órganos que tienen que ver con seguridad?
A fines de mes conoceremos todas las materias relacionadas con el presupuesto, pero no le quepa duda que las áreas de seguridad estarán muy presentes. Por ejemplo, como parte de sus compromisos para los 100 primeros días, la Presidenta envió al Congreso los proyectos que aumentan la dotación del personal de Carabineros en 6.000 funcionarios y el de Investigaciones en 1.200 oficiales, respectivamente.
NO MÁS CAMBIOS ESTRUCTURALES
¿No habrá más cambios tributarios en lo que resta de este gobierno?
La Presidenta planteó un programa económico con una reforma estructural al sistema tributario y ya está hecha.
Insisto, ¿no habrá más cambios tributarios?
La reforma tributaria ya está hecha. Este es un objetivo alcanzado, ¿qué viene ahora? Implementarla con gradualidad. Es decir, los cambios estructurales al sistema tributario ya se hicieron.
¿Cuando usted afirma que aquí hay un punto de inflexión, significa que ya el sector privado no tiene razones para seguir con las expectativas a la baja?
Lo primero es que el cierre de este debate legislativo ayuda a fortalecer las expectativas para tener un mayor dinamismo en la economía. Lo segundo es que la reforma tributaria contempla instrumentos e incentivos para el ahorro y la inversión muy concretos para la micro, pequeña, mediana y gran empresa. Y tercero, este es un instante donde tenemos que generar un punto de inflexión en la inversión y, en especial, de la inversión privada, que es fuente y motor del crecimiento económico en Chile.
¿Persiguiendo ese objetivo el gobierno lanzó el plan de inversión hace una semana?
En esa dirección va este plan de inversión 2014, que no sólo coloca US$ 500 millones en inversión pública, también tiene un programa de concesiones y un mandato de trabajar en el Comité de Ministros del área económica para que los proyectos de inversión privada no queden entrampados en la burocracia del Estado.
¿Cuándo se dio cuenta de que la desaceleración venía más pronunciada de lo que habían calculado al inicio del gobierno?
Yo fui jefe de programa durante la campaña de la Presidenta Bachelet y ya en ese tiempo, 2013, fuimos muy criticados cuando comenzamos a advertir sobre la desaceleración. Es más, durante el debate que se dio a principios de octubre pasado, cuando se envió la Ley de Presupuestos 2014 con una tasa de crecimiento de 4,9%, también fuimos muy criticados cuando afirmamos que ese nivel estaba muy por arriba de lo que estábamos vislumbrando dentro del proceso de desaceleración que ya venía mostrando la economía.
¿Y cuándo se dio cuenta de que el frenazo de la actividad era mayor?
Con total transparencia, el diagnóstico que teníamos en mayo recién pasado, con la información al 30 de abril, era de una economía que estaba creciendo en torno a 3,2%. De hecho, con esos datos, el director de Presupuestos, Sergio Granados, concurrió a la comisión mixta y entregó su informe. Pero cuatro meses después, nuestras proyecciones están muy en línea con el Informe de Política Monetaria (Ipom) entregado por el Banco Central, la semana pasada.
¿En qué cosas coinciden?
En que proyecta que la economía crecerá este año en torno al 2%. Nuestras proyecciones oficiales las entregaremos a fines de mes, cuando informemos sobre el estado de la Hacienda Pública. En ese sentido, sí en los últimos cuatro meses hemos visto que hay una desaceleración un poco más pronunciada y más prolongada.
¿Cómo se traduce en la práctica que sea más prolongada?
Vamos a tener mejores cifras en el último cuatrimestre del año. Además, al igual que el Banco Central, vemos un 2015 mejor que este año y, en ese sentido, en el proyecto de Ley de Presupuestos 2015 mostraremos una política fiscal contracíclica para hacer, desde el sector público, todo lo que corresponde frente a este menor crecimiento.
NO MÁS CORRECCIONES
¿Una política fiscal contracíclica no le resta espacio al Banco Central, considerando que el tipo de cambio va en alza y la inflación también?
Para nada, macroeconómicamente está dentro del marco de acción. De hecho, al leer el Ipom se entiende que el Banco Central está esperando una política fiscal activa. Es decir, hoy, los instrumentos de una política monetaria expansiva y de una política fiscal activa y contracíclica, son absolutamente consistentes con el momento económico de bajo crecimiento; ambas ayudarán a dinamizar la economía.
¿Así como en cuatro meses se pasó de una proyección de 3,2% a 2%, no teme que tenga que hacer una nueva corrección antes de fin de año?
No hay distintas proyecciones en el mercado: todos coinciden en que en el último cuatrimestre de este año vendrá la recuperación. Aquí tendremos un tercer trimestre que será el más lento del año; crecimos en el segundo trimestre a 1,9%, y lo que está esperando el mercado es que entre julio y septiembre se registre una tasa de crecimiento positiva, pero menor al segundo trimestre. Eso es importante, porque el mercado ya lo tiene internalizado. Y esta es la base para esperar que con un mejor final de año, en 2015 podremos alcanzar 1,5 puntos de crecimiento superior a lo que se registre en 2014.
¿En su hoja de ruta está descartada una caída del PIB?
Está descartada y no está en el escenario de nadie. Ni del gobierno ni de Hacienda, ni en el Ipom ni en las expectativas del mercado.
¿Y la variable desempleo es posible que se acerque a tasas del 8%?
Vemos lejanas esas tasas, pero hay que ser cauteloso. Hasta ahora, la tasa de desempleo -6,5% en el último trimestre móvil- está bastante en línea con el proceso de desaceleración y no debería extrañarle a nadie que las cifras que salgan de este invierno pudieran mostrar un par de décimas más. Lo importante es que estamos haciendo el monitoreo y tendremos todos los instrumentos disponibles para, en el marco de la protección social, apoyar a los trabajadores.
¿Cuándo le informó a la Presidenta Bachelet que la economía venía más desacelerada de lo pronosticado?
La información que se recopiló sobre junio, que se supo a principios de agosto, era la primera señal que teníamos de un crecimiento un tanto menor respecto de lo que se estaba esperando en el mercado. El Imacec de junio fue de 0,8% y el mercado estaba esperando un 1,5%, pero como fue bastante más bajo se generó un marco de expectativas distinto, ya no se estaba pensando que este año se crecería 2,5%-3%, sino que eso ancló las expectativas al 2%.
A principios de agosto le informó a la Presidenta entonces…
Más allá de cuándo le informé a la Presidenta, todos los lunes estamos conversando en el comité político. Y como encargado del área económica, expongo sobre estos temas. Pero si me pregunta cuándo fue el momento en que nos dimos cuenta de que este año tendríamos una cifra menor, fue cuando se conoció la cifra de crecimiento de junio.
LLAMADO A LA CONFIANZA
¿Cómo los privados pueden volver a confiar en usted, si durante el debate tributario se ha dejado en entredicho la actividad empresarial?
El debate tributario que tuvimos al inicio fue algo áspero, pero todos fuimos capaces de aprender en este proceso a escuchar y pudimos armar un acuerdo transversal en la Comisión de Hacienda del Senado. Dicho lo anterior, la relación que he tenido desde el primer día con el mundo empresarial ha sido muy fluida y franca. Las puertas del Ministerio de Hacienda siempre han estado abiertas; el contacto con los distintos representantes de los empresarios ha sido fluido y constante, y estoy absolutamente seguro de que así como lideré con la CUT y la ministra del Trabajo un acuerdo sobre el salario mínimo; así como lideré un proceso de acuerdo con la reforma tributaria, trabajaremos codo a codo con los empresarios en esta alianza público-privada estratégica, para que en las distintas dimensiones generemos buenas señales y logremos un punto de inflexión en las expectativas.
¿Por qué si la relación es tan fluida con los empresarios ha hecho tantos llamados a generar una alianza público-privada y a la confianza?
Porque, justamente, en este ciclo transitorio que vive nuestra economía se requiere enfatizar que todos debemos remar en la misma dirección. Esta labor no es solamente del sector público, sino también con el sector privado y para eso hay que tener reglas claras, generar certidumbre, estabilidad, una atmósfera positiva y cuidar las expectativas. Aquí lo claro es que el sector empresarial es absolutamente necesario. Y para apoyar la inversión privada hemos desplegado diferentes iniciativas, como las agendas de Productividad, Innovación y Crecimiento y de Energía, que tienen iniciativas de mediano y largo plazo; a lo que se suma el plan de reforzamiento de la inversión 2014.
¿Cree que sólo con la aprobación de la reforma tributaria se genera la certidumbre y la confianza, considerando que viene toda la implementación de ésta?
Hemos dado un paso gigante, terminando con el trámite legislativo en un contexto de acuerdo, lo que le dará sustentabilidad a su implementación.
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