Moderación en Honduras por el diálogo, entre marchas a favor y contra Zelaya
Las nuevas protestas en Honduras se celebraron bajo la expectativa por el diálogo en Costa Rica.
Los hondureños aguardan con moderadas expectativas los resultados del diálogo que tiene lugar hoy en Costa Rica, mientras seguidores y opositores del depuesto presidente Manuel Zelaya continuaban las movilizaciones.
Simpatizantes de Zelaya se concentraron en Tegucigalpa para protagonizar una nueva manifestación en la que participaron la esposa del gobernante depuesto, Xiomara Castro, y una de las hijas de la pareja, quienes aseguraron que él regresará "muy pronto" a Honduras.
Por su parte, grupos opositores a Zelaya, que también se movilizaron en los últimos días en Tegucigalpa y otras ciudades, marcharon hoy en Tocoa (noreste) para "pedir por la paz y la democracia", dijo a la prensa Iris Rodríguez, una de sus dirigentes.
Las nuevas protestas en Honduras se celebraron bajo la expectativa por el diálogo en Costa Rica.
El ex candidato a la Presidencia de Honduras por la Democracia Cristiana Efraín Díaz dijo a Efe que ve con "optimismo moderado" una solución a la crisis en el diálogo, "por las posiciones que han asumido" Zelaya y el nuevo gobernante de esa nación centroamericana, Roberto Micheletti.
Para el analista político Manuel Torres, la segunda ronda de diálogo está "más cerca de estancarse o fracasar que de encontrar una salida a la crisis" porque ambas partes han llegado "sin haber variado sus posiciones con respecto a la primera cita".
Torres señaló a Efe que el golpe de Estado ha creado una "profunda agudización y polarización entre la población hondureña", y sigue siendo "rechazado internacionalmente", lo que "es grave para el país".
Los militares derrocaron a Zelaya el pasado 28 de junio y ese mismo día fue sustituido por Micheletti, por designación del Parlamento, del cual era presidente.
Zelaya exige su restitución inmediata, pero Micheletti considera que si el depuesto mandatario llega al país debe presentarse a los tribunales para responder por varios delitos en su contra, entre ellos traición a la patria y fraude.
Díaz señaló que hay "otras posibilidades para desempantanar la crisis", como "una tercera opción que pueda propiciar un gobierno de reconciliación nacional que maneje la situación de julio a enero" próximo.
El período de cuatro años de Zelaya finaliza el 27 de enero de 2010, cuando debe asumir el presidente electo en los comicios generales del 29 de noviembre próximo.
En un documento enviado el viernes al presidente de Costa Rica, Óscar Arias, mediador en el conflicto político de Honduras, Díaz y otras tres personalidades de la política hondureña propusieron tres opciones ante la crisis y la integración de una comisión internacional que verifique el cumplimiento de los acuerdos.
Las opciones son la restitución de Zelaya con poderes limitados; un gobierno de reconciliación presidido por él y una "junta de notables"; y un gobierno solo de "notables", sin Micheletti ni el depuesto presidente.
Arturo Corrales, uno de los miembros de la delegación de Micheletti para el diálogo, dijo a la prensa hondureña desde Costa Rica que no se descarta "ninguna de las opciones" que se conozcan en el diálogo, aunque señaló que esto "tiene como límite la Constitución y las leyes de Honduras".
Corrales subrayó que, ante la exigencia de Zelaya de ser restituido, y la oferta de Micheletti de renunciar si el depuesto presidente no regresa, la propuesta de Arias de integrar un gobierno de reconciliación es "un punto de análisis".
La disposición de Micheletti a renunciar si Zelaya no regresa representa, según Corrales, una "decisión salomónica", pues ambos quedarían fuera.
Al respecto, el presidente Arias presentó hoy, en Costa Rica, a las partes una propuesta de siete puntos concretos que incluye la restitución de Manuel Zelaya como mandatario hasta enero y "la conformación de un gobierno de unidad y reconciliación nacional compuesto por representantes de los principales partidos políticos".
El coordinador del Consejo Nacional Anticorrupción, Juan Ferrera, comentó a la prensa que si se encuentra una solución, "a lo mejor no estarán totalmente los deseos de todas las partes", pues alguien tendrá que renunciar a algo "que no querría ceder".
El Gobierno de Micheletti mantiene desde el jueves un toque de queda entre las 23.30 y las 4.30 hora local (5.30 y 10.30 GMT), para "garantizar el orden y la paz social", según un portavoz presidencial.
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