Muerte de inmigrantes en la frontera de Ceuta desata la polémica en España

Un grupo de inmigrantes murieron ahogados en medio de un intento masivo de entrar a la ciudad autónoma de Ceuta, junto con otros 400 subsaharianos, algunos de los cuales se arrojaron al mar para huir de las fuerzas de seguridad marroquíes.




La muerte de un grupo de inmigrantes subsaharianos cuando intentaba alcanzar ilegalmente suelo español desató hoy la polémica en el país, después de hallarse otros cuatro cadáveres en el mar que se suman a los nueve localizados el jueves.

Organizaciones, partidos de la oposición y sindicatos reclamaron explicaciones al gobierno de Mariano Rajoy por los métodos de control utilizados por las fuerzas de seguridad del Estado en la frontera entre Marruecos y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, en el norte de África.

El ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz, solicitó hoy comparecer en el Parlamento para explicar lo sucedido.

"Tenemos que seguir trabajando para evitar que se produzcan tragedias como ésta. Y debemos reconocer la labor que llevan a cabo muchas organizaciones y fuerzas y cuerpos de seguridad para paliar el drama de la inmigración", dijo en rueda de prensa la vicepresidenta el gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

Los inmigrantes murieron ahogados en medio de un intento masivo de entrar en Ceuta junto con otros 400 subsharianos. Mientras unos trataron de evitar a las fuerzas de seguridad marroquíes entrando a la carrera por la frontera, otros se arrojaron al mar al intentar huir de los gendarmes.

Los supervivientes denunciaron el uso de pelotas de goma y gases lacrimógenos por parte de los agentes españoles, lo que pudo contribuir a la muerte de los inmigrantes, según algunas versiones. La Guardia Civil confirmó su uso alegando una actitud violenta de los subsaharianos, y descartó la ulización de armas de fuego.

Los asaltos masivos de inmigrantes en la frontera de Marruecos con las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla son frecuentes desde hace años.

En el año 2005, el gobierno español ordenó elevar las vallas fronterizas que las separan de territorio marroquí.

Decenas de inmigrantes se congregan en las inmediaciones de la frontera esperando una oportunidad para tratar de entrar en territorio español. Unos hacen el intento por su cuenta, otros de la mano de mafias a las que pagan.

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