Un Nobel que lee y oye: ¿Qué otros músicos podrían suceder a Bob Dylan?
Aunque el compositor es el primer distinguido con el galardón, podría despejar el camino a otros.
Que Bob Dylan se convirtiera ayer en la primera estrella del rock en quedarse con el Nobel de Literatura no quiere decir que otros autores galardonados por la Academia Sueca no hayan imaginado -o concebido, incluso- sus obras y versos musicalizados. Uno de los ejemplos más claros y cercanos debe ser el de Pablo Neruda y su Canto General, publicado en 1950. "El quería que los versos originales fuesen una cueca, y así los bautizó", ha contado el compositor chileno y último premio nacional de Música, Vicente Bianchi, a propósito de su creación musical Tonada de Manuel Rodríguez, que recogió versos de la obra cumbre del poeta y que lo convirtió, para muchos, en ganador del Nobel en 1971.
Al final la escritura pudo más que el afán musical de Neruda, y esos 231 poemas y más de 15 mil versos nos fueron presentados por impreso. Sin embargo, en 1955, tras el estreno de la pieza de Bianchi, no pocos oyeron al mismísimo vate entonar la melodía unas 30 veces hasta altas horas de la noche. ¿Por qué podría, entonces, sorprender y hasta provocar rechazo que el compositor y voz de la canción de protesta estadounidense por excelencia se quedara con el máximo galardón literario? "Si Dylan es un poeta, yo soy un jugador de básquet", dijo años atrás el escritor Norman Mailer.
"Si uno quiere empezar a escuchar o leer (a Dylan), debería iniciarse con Blonde on Blonde", dijo ayer Sara Danius, secretaria permanente de la Academia Sueca, en la que parecía más una defensa del premio que solo su anuncio.
Como haya sido, con su triunfo, Dylan no solo le dio un primer Nobel a la desprotegida casta de compositores, sino que además podría, eventualmente, allanar el camino a otros como él. Ayer, a través de la bulliciosa tribuna de Twitter, resonó el nombre del músico canadiense Leonard Cohen (1934), quien ya obtuvo en 2011 el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, y que según el crítico Bruce Eder es "uno de los cantantes y compositores más fascinantes y enigmáticos de fines de los 60", además de autor de una docena de obras, como Los hermosos vencidos (1966).
Recordada fue su mediática campaña al Nobel literario en 2013, pero una compatriota suya, Alice Munro, se lo arrebató.
Menos oficiales, aunque no así más silenciosos, han sido los pronunciamientos de la cantante punk y poeta estadounidense Patti Smith (1946); el ex vocalista de The Smiths, Morrissey (1959), quien en 2013 batió un récord de ventas con sus memorias, tituladas Autobiography; y el ex integrante de The E Street Band, Bruce Springsteen (1949).
Desde esta parte del mundo en tanto, y al margen de bromas, algunos tuiteros se preguntaron: "Si Dylan ya es Nobel, ¿por qué no el brasileño Caetano Veloso (1942), o el cubano Silvio Rodríguez (1946)?". La respuesta, hoy y siempre, la tendrán los suecos.
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