Nueva biografía reconstruye las últimas horas de Cerati antes del ACV

2163401

Esta semana se publicará la detallada investigación del periodista Juan Morris, que ya ha provocado el rechazo de los familiares del fallecido músico argentino.




Mañana, Gustavo Cerati habría cumplido 56 años, y se esperan diversas actividades esta semana para recordar al fallecido músico argentino. Pero tal vez lo más esperado es el lanzamiento de Cerati: la biografía, una investigación de cuatro años del periodista trasandino Juan Morris, que saldrá al mercado esta semana.

El diario Clarín publicó un impactante fragmento de la biografía del ex líder de Soda Stereo, donde se reconstruyen las horas posteriores al concierto que el solista dio en Caracas en 2010 y cómo fue el momento en que sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) que lo tuvo en coma hasta su muerte, en septiembre del año pasado.

La publicación del adelanto del libro ya ha provocado diversas reacciones entre los seguidores y el entorno del músico. De hecho, el hijo de éste, Benito, posteó en la página de Facebook de su grupo: "La biografía de GC que anda dando vueltas carece de veracidad, tiene muchas imprecisiones y no está autorizada por la familia. Además está escrita por alguien que nunca lo conoció ni tiene vínculo con ninguno de los miembros de la familia".

El extracto comienza el sábado 15 de mayo de 2010, media hora después del show en Venezuela. Cerati llega a sacarse la tradicional foto grupal con su equipo. El sonidista Adrián Taverna se acerca a preguntarle algo.

"Gustavo abrió la boca para contestarle, pero no acertó a decirle nada. Fue como si los músculos de su mandíbula no encontraran las palabras. Entonces la cámara disparó su flash y todo el equipo quedó registrado en la última foto de la gira. A su alrededor el grupo se empezó dispersar y Gustavo caminó confundido hacia su camarín".

"Mientras lo veía alejarse, Taverna le pidió a Bernaudo que lo acompañara a ver qué le pasaba. Cuando entraron, Gustavo estaba tirado en el sillón, con el saco a un costado, la camisa desabrochada y la boca entreabierta. Pensaron que tenía un pico de presión o que tal vez le había dado un infarto. Bernaudo corrió a buscar a los paramédicos y al ratito volvió con dos chicos que no tendrían más de viente años y que al ver a Gustavo Cerati descompensado no supieron qué hacer. Charly Michel, el kinesiólogo que viajaba con el equipo, revisó qué remedios tenían los paramédicos en sus bolsos y les pidió que fueran a buscar la camilla. Gustavo se podía mover pero estaba como abrumado, lento, y no podía hablar".

"Una hora después, cuando terminaron de hacerle los exámenes, lo volvieron a trasladar a La Trinidad. Ya había vuelto la luz y lo dejaron unas horas en observación en la guardia, pero como no presentaba ninguna mejoría ni los médicos tenían un diagnóstico de su estado, a eso de las cuatro de la mañana lo alojaron en la suite presidencial del tercer piso y llamaron por teléfono a un cardiólogo, que les dijo que recién iba a poder ir a las diez".

"Al día siguiente, Gustavo se despertó en la clínica consciente pero confundido. El sueño no había tenido su efecto reparador y después de unas horas de inconsciencia se sintió, por primera vez, en un cuerpo que no le respondía del todo. No podía hablar y su costado derecho estaba entumecido, como si sus funciones cerebrales estuvieran replegándose de una parte de su cuerpo".

"(...) Taverna lo sentó en la máquina donde le iban a hacer el estudio. Tenía la mirada perdida y la boca entreabierta. Después del estudio lo volvió a cargar en la camilla, lo tapó con una frazada y los enfermeros lo llevaron al cuarto piso para hacerle otro análisis. Media hora más tarde lo dejaron en la habitación y decidieron avisarle a la familia. Gustavo había sufrido un ACV y su cerebro se había inflamado tanto que estaba haciendo presión contra el cráneo. Tenían que operarlo con urgencia".

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.