Nuevo escándalo sacude a Trump tras duro cuestionamiento a su fiscal general
Jeff Sessions anunció hoy que se recusará de la investigación sobre injerencia rusa en la campaña electoral. El diario The Washington Post reveló que el secretario de Justicia tuvo dos contactos el año pasado con el embajador ruso en EE.UU.
"Varios de los nominados por el Presidente o altos asesores tienen lazos con los rusos. ¿Ha estado en contacto con alguien conectado de alguna manera con el gobierno ruso antes o después del día de las elecciones?", le preguntó el senador demócrata Patrick Leahy al fiscal general Jeff Sessions el 10 de enero. "No", respondió Sessions, bajo juramento en el marco de su confirmación en el Senado.
Pero el diario The Washington Post reveló el miércoles que el actual fiscal general se reunió con el embajador ruso, Sergey Kislyak, dos veces, en julio y septiembre del año pasado, en plena campaña presidencial. A pesar de que en ese entonces Sessions era senador, había asesorado al entonces candidato Donald Trump en política exterior y otros temas, y jugó un rol determinante al apoyarlo y unirse a su campaña en febrero de 2016. De acuerdo al Departamento de Justicia, Sessions nunca reveló esos encuentros según el Post.
Trump afirmó hoy en una visita a Virginia hoy que tenía "total confianza" en el fiscal general y que no "estaba al tanto" de las reuniones. Horas más tarde, Sessions debió comparecer en una conferencia de prensa, en la que anunció que se recusará de la investigación sobre la injerencia rusa en la campaña. Además, dijo que no tiene intención de dimitir. Eso sí, reconoció los encuentros con el embajador ruso, aunque negó que las conversaciones estuvieran relacionadas con la campaña presidencial. En ese sentido, dijo que fue completamente "honesto" durante las audiencias en el Senado.
Cuando Sessions habló con el embajador ruso era miembro del Comité de Servicios Armados, que supervisa a las Fuerzas Armadas y al Departamento de Defensa, por lo que, según su portavoz, no incumplió ninguna regla. El entonces senador de Alabama se reunió en septiembre en su oficina con el embajador ruso, justo en momentos en que la inteligencia de EE.UU. investigaba sobre la posible intervención de Moscú en el Comité Demócrata Nacional. Como fiscal general, Sessions supervisa al Departamento de Justicia, a la DEA, los fiscales federales y el FBI, entre otros. Ese último organismo ha liderado la investigación sobre los ciberataques de Moscú y cualquier vínculo con el Presidente Donald Trump y su campaña.
La noticia es un duro golpe para Trump, que gozaba estos días de un "momentum" luego de su discurso del martes en Congreso, donde por primera vez exhibió un tono presidencial. Michael Flynn, el ex asesor de seguridad, tuvo que renunciar el 13 de febrero por sus nexos con Rusia, al igual que su ex jefe de campaña, Paul Manafort (ver nota secundaria).
Las protestas por el caso de Sessions se incrementaron hoy frente al Departamento de Justicia.
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