Nuevo estado civil y mayor reconocimiento: Hoy se vota AVP en la Sala del Senado

Tras ser despachado por la Comisión de Constitución del Senado y posteriormente por la Comsión de Hacienda, el proyecto que crea el Acuerdo de Vida en Pareja comenzará a votarse en particular esta tarde por la Sala de la Cámara Alta. 

La mayoría de los artículos que se votarán requieren sólo de

mayoría simple

para aprobarse, es decir, 20 votos. Sin embargo, hay algunos que tienen el carácter de normas orgánicas constitucionales, que requieren de 22 votos.

En este contexto, y a pesar los reparos de la UDI y de algunos sectores de RN al proyecto, los parlamentarios de la Nueva Mayoría aseguran que contarán con los votos necesarios para aprobar la iniciativa.

"Mi impresión es que la postura de la UDI es más bien minoritaria, el proyecto del AVP es un proyecto que se ha tramitado por largo tiempo", dijo la senadora Carolina Goic.

"Ha habido una discusión que busca ser además lo más inclusiva posible, que se ha llevado con mucha rigurosidad y yo espero también la apertura de la UDI en esto, a estar al tono de los tiempos, al tono de lo que la sociedad espera en materia de protección, en materia de reconocimiento, y creo que lo que hoy día tenemos tras la discusión es un buen proyecto", añadió.

Por su parte, su par Patricio Walker expresó que "este es un proyecto que no deja a nadie indiferente. Hay algunas personas que les gustaría que no se aprobara, como hay otras que les gustaría que se avance más, por ejemplo en la figura del matrimonio igualitario. Pero bueno, para eso está la democracia. Yo cuando asumí la presidencia de la Comisión de Constitución el año pasado me comprometí a sacar esta iniciativa. No puede ser que estos temas no se discutan por censura, presiones o lobby".

PRINCIPALES PUNTOS DEL PROYECTO

Según estipula la iniciativa, el Acuerdo de Vida en Pareja es un contrato que pueden celebrar dos personas, de igual o distinto sexo, "con el propósito de regular los efectos jurídicos derivados de su vida afectiva en común, de carácter estable y permanente". Para esto, se han establecido los sigueintes lineamientos:

"Las partes de este contrato se denominarán convivientes civiles y serán considerados parientes para los efectos previstos en el artículo 42 del Código Civil", dice el cuerpo legal. Además, estipula que para la validez de este contrato será necesario que los contrayentes sean mayores de edad, tengan la libre administración de sus bienes, y hayan consentido libre y espontáneamente en celebrarlo.

Uno de los cambios que se le realizó al proyecto en las distintas comisiones, es la de permitir que el AVP pueda suscribirse en el Registro Civil ante cualquier oficial, y no sólo en una notaría como contemplaba el proyecto del Ejecutivo.

Además, plantea que "la celebración podrá efectuarse en el local de su oficina o en el lugar que señalaren los contrayentes, siempre que se hallare ubicado dentro de su territorio jurisdiccional".

La pareja podrá poner fin al AVP por la muerte natural o presunta de uno de los contrayentes; por el matrimonio de los contrayentes entre sí, por mutuo acuerdo de ellos; por voluntad unilateral de uno de los contrayentes que deberá constar en escritura pública o acta otorgada ante cualquier oficial del Servicio de Registro Civil y, por declaración judicial de nulidad del acuerdo.

El proyecto que llega a la Sala plantea que los que los contrayentes de este acuerdo se deberán ayuda mutua, y estarán obligados a solventar los gastos generados por la vida en común. Se acordó, asimismo, que ambas partes conservarán la propiedad, goce y administración de los bienes que tengan y adquieran durante su vigencia, salvo que, de manera expresa, se sometan a la comunidad que establece este proyecto de ley.

Además, en materia hereditaria, el AVP estipula que cada conviviente civil será legitimario del otro, y concurrirá en la herencia de la misma forma y gozará de los mismos derechos que corresponden al cónyuge sobreviviente.

Se regula, asimismo, la vigencia en Chile de los acuerdos o pactos civiles suscritos en el extranjero, así como sus efectos en nuestro país.

"UNA SEÑAL DEL ESTADO"

Para el presidente de la Fundación Iguales,

Luis Larraín,

este proyecto tiene una dimensión simbólica y una dimensión práctica.

En la simbólica, "incorporar por primera vez al derecho chileno y al derecho de familia a las parejas del mismo sexo, lo que es tremendamente importante porque es una señal del Estado que existen distintos tipos de familia. Hasta hoy el Estado está diciendo que la única forma válida de la familia es la formada por un hombre y una mujer", dice a radio Cooperativa. 

En tanto, "la dimensión práctica es muy importante también porque hoy existen vulneraciones a los derechos humanos de los gays y lesbianas de forma diaria cuando por ejemplo se le niega el acceso a la UTI a la pareja de alguien porque no tiene ningún vinculo legal, o ha habido casos en que se le ha negado el acceso al funeral", añade.

"Hay situaciones diarias de vulnerabilidad que se van a solucionar de forma importante con esta ley", asevera Larraín.